La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA), que ha calificado en ocasiones anteriores la situación en la región como “catastrófica”, ha señalado que las familias “se están desintegrando” y que los niños “mueren por el frío”, mientras que las vidas se ven “diezmadas por el hambre”, según un comunicado publicado en redes sociales.
En este contexto, la UNRWA ha reiterado su solicitud de un cese al fuego inmediato para evitar más muertes en el área palestina, donde ya se han registrado más de 45 880 fallecidos desde el inicio de la ofensiva en octubre de 2023.
La agencia también ha advertido sobre la grave situación que enfrentan los pocos trabajadores de salud aún presentes en la región, ya que muchos de los hospitales, incluidos el Kamal Aduan, el Beit Hanun y el Indonesio en el norte de Gaza, son blanco de los ataques del ejército israelí.
Estos tres hospitales han tenido que cerrar debido al aumento de los ataques aéreos, dejando solo 14 de los 36 centros de salud operando parcialmente. Estos hospitales siguen funcionando a duras penas, enfrentando una grave escasez de suministros y recursos, según datos del Ministerio de Salud palestino.
El 29 de diciembre, la Organización Mundial de la Salud, a través de un mensaje en X, denunció la agresión contra el hospital palestino Kamal Adwan y la detención de su director, el Dr. Abu Safiya, el 27 de diciembre, a manos del ejército israelí.
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