El vicecanciller de Irán para Asuntos Políticos, Seyed Abás Araqchi, se reunió el martes con el embajador de Francia y el encargado de negocios de Alemania en Teherán, la capital persa, para expresarles la fuerte protesta de la República Islámica por la detención de un diplomático iraní —que trabaja en la embajada de la República Islámica en Viena (capital de Austria)— en territorio alemán, a petición de la Policía gala.
El detenido es acusado de estar implicado en un supuesto intento fallido de llevar a cabo un atentado contra una concentración del grupo terrorista Muyahidín Jalq (MKO, por sus siglas en inglés) en París (capital francesa).
Araqchi denunció que el arresto viola la Convención de Viena sobre las Relaciones Diplomáticas (1961), que estipula que el personal diplomático en todo el mundo goza de inmunidad judicial, y pidió la puesta en libertad “sin demoras y condiciones” del diplomático persa.
El vicecanciller iraní dijo que la detención del responsable iraní era “un complot urdido en línea con los intereses de EE.UU. e Israel, que tenía por meta socavar las relaciones Irán-Europa, especialmente en momentos en los que el presidente iraní, Hasan Rohani, se encuentra de visita oficial en Suiza y Austria.
Sostuvo, además, que la República Islámica condena cualquier acto terrorista, dondequiera que ocurra, y precisó que los documentos existentes revelan la implicación directa del grupo terrorista MKO en este “show ridículo”.
El embajador belga también fue convocado por el director general para Asuntos Europeos de la Cancillería iraní para recibir la protesta de Irán por la solicitud de Bruselas para trasladar al diplomático iraní detenido de Alemania a Bélgica. En total, cinco personas han sido detenidas por el caso, dos de ellas en Bélgica, las cuales, conforme al portavoz de la Cancillería persa, Bahram Qasemi, son miembros del MKO.
Qasemi tachó el martes de “infundadas” las acusaciones de que el diplomático detenido estaba implicado en el frustrado atentado en París, y consideró la medida un “nuevo escenario del MKO para arruinar la posición del país persa entre los europeos”.
Si bien sobre el MKO pesa la responsabilidad de la muerte de miles de ciudadanos y funcionarios iraníes, Francia autoriza a los terroristas de este grupo a celebrar cumbres en su territorio. Las autoridades persas han refutado firmemente la decisión de París, asegurando que Muyahidín Jalq es “más criminal que la banda takfirí EIIL (Daesh, en árabe)”.
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