• Bahram Qasemi, portavoz de la Cancillería iraní, durante una rueda de prensa en Teherán, capital persa.
Publicada: jueves, 14 de junio de 2018 16:14
Actualizada: jueves, 14 de junio de 2018 17:13

Irán advierte de que el ataque de la coalición liderada por Arabia Saudí a la ciudad portuaria yemení de Al-Hudayda contribuye a agravar la crisis en Yemen.

El portavoz de la Cancillería de la República Islámica de Irán, Bahram Qasemi, ha condenado hoy jueves fuertemente la operación bélica que Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos (EAU) han iniciado contra dicha localidad, desoyendo advertencias de los organismos humanitarios sobre las posibles consecuencias para la situación humanitaria de los yemeníes.

El vocero ha recalcado que el conflicto en el país árabe no tiene solución militar sino política, y que los agresores deben poner fin a sus agresiones ya que recurrir al uso de fuerza no tendrá ningún fruto.

“Ellos cometen este tipo de crímenes en espera de neutralizar los esfuerzos políticos que están desarrollándose y buscan complicar más la situación”, ha aducido.

Ellos (agresores de la coalición saudí) cometen este tipo de crímenes en espera de neutralizar los esfuerzos políticos que están desarrollándose y buscan complicar más la situación”, ha afirmado Bahram Qasemi, portavoz de la Cancillería de Irán, sobre la operación militar que las tropas saudíes y emiratíes han iniciado contra el puerto yemení Al-Hudayda.

Al-Hudayda, ubicada en la parte occidental de Yemen, es el segundo gran puerto de entrada del país tras el puerto de Adén (en el sur) y tiene una situación estratégica por contar con las posibilidades para la importación y exportación de productos y también por su cercanía a los cruces internacionales del tránsito de mercancías.  

El puerto se encuentra en manos del movimiento popular yemení Ansarolá. Los Emiratos Árabes Unidos fijaron el martes como fecha límite para que las fuerzas populares se retiraran de la ciudad o enfrentarían ataques. Ansarolá asegura que la nueva escalada militar está destinada a obstaculizar los esfuerzos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para posibilitar la vuelta a la mesa de diálogos.

Los países occidentales ya habían advertido de que la destrucción de Al-Hudayda conduciría a muertes y hambruna porque el puerto ha servido como el principal acceso de ayuda para la mayoría de la población yemení, 17 millones de los cuales ya están en la inseguridad alimentaria.

El enviado especial de la ONU para Yemen, Martin Griffiths, alertó el miércoles sobre el impacto humanitario y político que conllevaría la escalada militar en Al-Hudayda.

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