El presidente estadounidense, Donald Trump, acusó el domingo sin pruebas al Ejército sirio de atacar con gas cloro la localidad de Duma, último bastión rebelde cerca de Damasco, y señaló a Irán y Rusia como responsables por “apoyar” supuestamente este crimen que se saldó con 40 muertos.
Damasco rechazó cualquier implicación en tal ataque y ofreció cooperación con una misión de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) para verificar las acusaciones sobre el ataque químico.
El jefe de la Diplomacia persa, desde Brasilia, capital de Brasil, donde realiza una visita oficial, ha condenado este martes el ataque con gas tóxico en Duma y reitera que la “República Islámica está en contra del uso de armas químicas sea donde sea y quienquiera que las use”.
Zarif ha denunciado, además, el bombardeo israelí lanzado la madrugada del lunes contra la base aérea siria T-4 en Homs, señalando que esta y otras incursiones lanzadas por EE.UU. y el régimen israelí contra las posiciones del Ejército sirio están destinadas a “levantar el ánimo de los terroristas”.
“La situación de los terroristas apoyados por Estados Unidos en Siria no pinta nada bien, ya que sufren derrotas diarias en el campo de batalla”, ha agregado el diplomático persa, denunciando los esfuerzos de Washington para salvar a los grupos terroristas, incluido al EIIL (Daesh, en árabe) en Siria.
Estados Unidos busca excusas sin fundamento ni base para lanzar un ataque contra Siria”, ha advertido el canciller de Irán, Mohamad Yavad Zarif, repudiando los esfuerzos de Washington para culpar a Damasco del mortal ataque químico perpetrado el sábado en Duma.
Zarif, a continuación, ha denunciado el doble rasero de Washington frente al terrorismo, y advierte de que esta política supone una seria amenaza para la paz y la seguridad de la región y del mundo.
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