Ante una oleada masiva en la que el régimen israelí intensifica su campaña contra testigos de sus crímenes, fuerzas militares israelíes secuestraron al cineasta palestino Hamdan Ballal, después de ser agredido por colonos ilegales judíos.
Posteriormente, las fuerzas militares de la ocupación interceptaron la ambulancia que trasladaba a Hamdan Ballal y lo retuvieron ilegalmente, según denunció su colega, Yuval Abraham.
“Un grupo de colonos acaba de linchar a Hamdan Ballal, codirector de nuestra película No Other Land. Lo golpearon y presenta heridas en la cabeza y el estómago. Los soldados irrumpieron en la ambulancia que había sido llamada y se lo llevaron. No hay rastro de él desde entonces”, denunció Yuval Abraham, codirector israelí de la película, en su cuenta de X.
El director palestino Hamdan Ballal ganó el Óscar al mejor documental con 'No Other Land' hace 20 días. Hoy, un grupo de sionistas y militares de Israel lo han apalizado y se encuentra en paradero desconocido. pic.twitter.com/gZmImMGkxX
— Fonsi Loaiza (@FonsiLoaiza) March 24, 2025
El destino del documentalista y codirector del premiado filme No other Land, galardonado con el Óscar a Mejor Documental el pasado 2 de marzo en la 97.ª edición de los Premios de la Academia, sigue siendo desconocido horas después de la agresión.
El ataque forma parte de la campaña de limpieza étnica en Masafer Yatta, donde los colonos armados operan con total impunidad bajo la protección militar. Basel Adra, otro codirector del documental, reveló que encontraron sangre de Ballal en su casa tras el linchamiento, mientras su hijo de siete años presenciaba la escena.
“Así borran a nuestras comunidades”, denunció Adra en redes sociales, refiriéndose al plan de expulsión masiva implementado por el régimen de Tel Aviv.
Según la productora del filme, los hechos ocurrieron alrededor de las 18:00 horas locales, cuando una decena de colonos israelíes atacaron la aldea palestina Susiya, en Masafer Yatta, hiriendo a varias personas y destruyendo propiedades.
“El grupo de asaltantes llegó con porras, cuchillos y al menos un rifle de asalto; muchos también iban enmascarados. Cinco activistas judíos estadounidenses acudieron al lugar para documentar el ataque y fueron violentamente agredidos por los colonos, quienes también utilizaron piedras para destrozar su vehículo, con los activistas dentro”, recoge la nota.
A pesar de que el documental ha recibido premios, sus autores no están exentos de la maquinaria represiva del régimen sionista, que sigue operando con impunidad y brutalidad colonial.
El poblado de Susiya, al igual que toda Masafer Yatta y muchos otros poblados palestinos en la Cisjordania ocupada, sufre un desplazamiento forzado y planificado de palestinos.
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