Sus casas, y su ciudad, completamente destruidas, no tendrán solución a corto plazo, pero muchos insisten en vivir en tiendas de campañas cerca de los escombros de sus viviendas.
Una familia gazatí manifestó estar cansada del desplazamiento forzado por la guerra, ya que tuvieron que mudarse de nuevo después de que Israel, con el visto bueno de EE.UU., reanudara sus ataques contra Gaza.
La familia de Khader llegó tarde al campamento improvisado en una escuela de Yabalia, y solo pudo instalar su tienda de campaña al lado de los baños. Esta no es la primera vez que la guerra los obliga a desplazarse dentro de la ciudad.
El ejército israelí había enviado órdenes de evacuación a los gazatíes. La familia de Khader y Huda, se quedaron una noche más antes de decidir irse, cuando el bombardeo se intensificó. Israel reanudó sus ataques aéreos sobre Gaza desde el martes 18 de marzo y lanzó operaciones terrestres el miércoles, rompiendo así una vez más el alto el fuego con el grupo palestino HAMAS.
Al menos 510 palestinos han muerto en Gaza en los últimos tres días, más de la mitad de ellos, mujeres y niños, según declaró el Ministerio de Salud palestino.
La cifra de desplazados por la guerra es enorme y casi imposible de contabilizar.
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