“Lo decimos claramente: no habrá migración, excepto hacia [la ciudad sagrada ocupada de] Al-Quds”, aseveró el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestinas (HAMAS) en un comunicado emitido el miércoles.
Aclaró que el pueblo palestino permanecerá firme en su tierra, aferrándose a sus derechos, por ende, frustrará todos los intentos de desplazamiento forzado o voluntario.
HAMAS exigió que el criminal de guerra, Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel, rendiera cuentas y se le obligara a retractarse de los crímenes que sigue cometiendo en Gaza, argumentando que él tiene plena responsabilidad por cualquier repercusión resultante.
Al respecto, destacó también las reiteradas amenazas de desplazamiento forzado contra los habitantes de Gaza emitidas por el ministro de asuntos militares del régimen israelí, Israel Katz, afirmando que la retórica “revela la profundidad de la crisis que enfrenta el criminal de guerra Netanyahu”.
“Estas amenazas no debilitarán la determinación de nuestro pueblo palestino, ni socavarán su firmeza en la defensa de su tierra y sus derechos nacionales”, agregó.
En otra parte del comunicado, HAMAS criticó la reciente incursión del ejército israelí en el eje Netzarim, un corredor en el centro de Gaza, que ocupó después de lanzar la guerra como un medio para facilitar sus incursiones en las partes norte y central de la franja costera.
“Consideramos a la ocupación sionista y a su liderazgo terrorista criminal plenamente responsables de las consecuencias de la incursión terrestre en el centro de Gaza, que constituye una nueva y peligrosa violación del acuerdo de alto el fuego firmado”, remarcó.
El movimiento afirmó su “compromiso con el acuerdo de alto el fuego firmado” y llamó a los mediadores, es decir, EE.UU., Egipto y Catar, a “asumir sus responsabilidades para frenar estas violaciones e infracciones irresponsables”.
Israel mató a unos 48000 palestinos, en su mayoría mujeres y niños, desde el comienzo de la guerra, el 7 de octubre de 2023, hasta la implementación de un acuerdo de alto el fuego con la Resistencia palestina en enero.
Sin embargo, el martes, el régimen reanudó sus ataques. Casi 1000 palestinos han muerto desde la reanudación de la brutal ofensiva militar, y la mayoría de las víctimas son mujeres y menores de edad.
A principios de este año, el presidente estadounidense, Donald Trump, prometió la complicidad de su país con el objetivo del régimen de despoblar Gaza, afirmando que Washington buscaba “apropiarse” del territorio palestino.
HAMAS, otros grupos de resistencia regionales y numerosos funcionarios regionales e internacionales han expresado su alarma por el enfoque de Tel Aviv y Washington, pero lo han descrito como inviable.
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