Medios de comunicación, citando fuentes locales, informaron que colonos israelíes irrumpieron el viernes en Kifl Haris, una aldea palestina cercana a Nablus.
Las fuerzas de ocupación cerraron la aldea temprano ese día, alegando que los colonos visitaban sitios religiosos. En la misma región, los colonos atacaron otras dos comunidades palestinas. Según fuentes locales, incendiaron tres viviendas y dos vehículos en Duma, al sur de Nablus, y prendieron fuego a otras tres casas y dos vehículos en Jirbet al-Marajim.
En Al-Jalil, las fuerzas israelíes secuestraron a seis palestinos mientras los colonos atacaban un sitio arqueológico y los cultivos agrícolas. La agencia de noticias oficial palestina Wafa confirmó que los colonos atacaron el sitio arqueológico de Tell Ma'in, al sur de Al-Jalil.
En otras partes de Cisjordania, la ciudad de Tulkarem y su campo de refugiados siguen siendo escenario de una campaña israelí de demoliciones y detenciones durante 47 días consecutivos.
La rápida y deliberada destrucción por parte de Israel de los campos de Tulkarem y Nur Shams ha desarraigado a miles de habitantes y cambiado innumerables vidas en cuestión de días.
Las tropas israelíes también irrumpieron en los patios de la mezquita Al-Aqsa, donde los palestinos se reunían para las oraciones del amanecer durante el mes sagrado del Ramadán.
En tal sentido, el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestino (HAMAS) dice que las restricciones de Israel a los palestinos en la mezquita Al-Aqsa constituyen una escalada religiosa y un ataque sistemático a los rituales de los musulmanes en el mes sagrado del Ramadán.
Desde que comenzaron los ataques de Israel en Cisjordania el 21 de enero, los soldados israelíes han obligado a al menos 40 000 palestinos a abandonar sus hogares.
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