El periódico hebreo Haaretz, en un artículo escrito por Zvi Bar’el, escritor y analista israelí, ha abordado la situación crítica del régimen sionista en medio de desafíos internos y externos. “Israel es como una cadena de supermercados que se derrumba debido a la corrupción administrativa, pero continúa expandiéndose y abriendo más sucursales”, subraya la publicación.
Esta analogía, según el diario, refleja el dilema al que se enfrenta Israel a la sombra de una creciente crisis interna. “En una situación en la que nos encontramos atrapados en una importante crisis interna, el gabinete israelí continúa con sus políticas expansionistas en Cisjordania e intensifica los ataques militares en Gaza, Líbano y Siria”, ha destacado el artículo.
De hecho, el gabinete israelí se comporta como si estuviéramos en una situación estable y que no está enfrentando a una amenaza existencial desde adentro. El 7-O provocó un gran terremoto interno en Israel que sacudió la confianza pública en el gabinete y las instituciones de seguridad, ha añadido.
El 7 de octubre de 2023, el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) lanzó la histórica operación Tormenta de Al-Aqsa contra Israel en represalia al recrudecimiento de los crímenes del régimen sionista contra el pueblo palestino.
El autor de la nota ha continuado que a pesar de este fracaso catastrófico, el gabinete israelí sigue adoptando políticas de escalada, tanto a nivel de seguridad como político, y amplía sus ofensivas militares sin ofrecer una visión estratégica clara para poner fin a la guerra.
Todo ello mientras la grieta interna se profundiza y las protestas contra las autoridades siguen intensificándose.
Según el artículo, el gabinete israelí no permite que comisiones independientes realicen investigaciones. Este gabinete ha causado un daño histórico sin precedentes a Israel y considera los asesinatos de los líderes del Movimiento de Resistencia Islámica del Líbano (Hezbolá) y de HAMAS como grandes logros para sí mismo.
Zvi Bar’el, continua señalando las consecuencias de la continua ocupación del sur del Líbano por el régimen sionista, subrayando que “mantener la ocupación israelí en el Líbano tiene enormes costos para el gabinete, mientras que miles de refugiados en los asentamientos del norte todavía esperan volver a la vida normal y sienten que la seguridad que se les prometió todavía está fuera de su alcance”.
El escritor también aborda la agresión y la ocupación del régimen sionista en Siria, diciendo que “´la semana pasada, Israel abrió una nueva rama de su expansionismo bajo el pretexto de proteger a las minorías drusas en Siria, con el objetivo de justificar su presencia militar en las nuevas áreas que ha ocupado en el país”.
Este expansionismo del gabinete israelí es parte de un intento de desviar la atención de la crisis interna, no de una estrategia de seguridad meditada, remarca.
“Los grandes imperios del mundo han demostrado a lo largo de la historia que una presencia militar en los territorios ocupados de otro país nunca puede ser una garantía de nuestra seguridad”, concluye el analista israelí.
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