“La prestación de apoyo militar, económico o político a Israel convierte a los gobiernos en cómplices y en responsables de complicidad en crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y genocidio”, ha señalado este martes la diplomática palestina Dima Asfour durante una sesión especial del foro de Naciones Unidas dedicada a la prevención del genocidio.
Mientras hablamos aquí, un genocidio está ocurriendo por los sionistas en toda Palestina, ha denunciado Asfour, recordando que, según el derecho internacional, los Estados tienen la obligación de utilizar todos los medios diplomáticos, políticos y económicos a su alcance para detener un genocidio.
“La falta de acción para prevenir y castigar el genocidio y otros crímenes atroces es un claro ejemplo del total desprecio por el sistema jurídico internacional por parte de los Estados que dicen defenderlo”, ha subrayado.
La diplomática palestina ha indicado que entidades internacionales de justicia y juristas de renombre mundial han determinado que el régimen de Tel Aviv está cometiendo genocidio contra el pueblo palestino en la Franja de Gaza y la Cisjordania ocupada.
Este ha sido el caso de la Corte Penal Internacional (CPI), que ha dictaminado que Israel ha cometido crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad en el territorio palestino.
Durante la misma sesión del Consejo de Derechos Humanos, la alta comisionada adjunta de la ONU para los Derechos Humanos, Nada Al-Nashif, refiriéndose a la brutal agresión sionista en la Franja de Gaza, afirmó que el genocidio está precedido por “claros patrones de discriminación, exclusión e incitación al odio”.
En un acto de tiranía y complicidad, Estados Unidos, el mayor aliado de Israel, ha impuesto sanciones contra el personal de la Corte Penal Internacional en represalia por una orden de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
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