Después de una visita a la prisión, la Sociedad de Prisioneros Palestinos (PPS, por sus siglas en inglés) y la Comisión de Asuntos de Detenidos y Exdetenidos divulgaron nuevos testimonios que, según afirmaron, respaldan la existencia de un evidente aumento en los riesgos que enfrentan más detenidos en Gaza.
De acuerdo a los testimonios recopilados, las autoridades penitenciarias emplean la sarna, una enfermedad cutánea que se contagia fácilmente entre los internos, como un medio de tortura en su contra.
Uno de los detenidos, identificado por sus iniciales MR, recordó su horrible experiencia de haber sido sometido a “toda forma de tortura y abuso” desde su detención en la ciudad de Sheij Zayed en marzo de 2024: “Vi la muerte mil veces”.
Contó que lo sometieron a abusos físicos y lo obligaron a firmar una confesión inventada.
“Hoy en día, la situación en la prisión de Naqab es muy difícil y trágica debido a la continua propagación de la sarna, y la mayoría de los prisioneros sufren llagas y forúnculos, y no pueden dormir debido a la intensa picazón”, describió el detenido palestino.
Un testimonio similar fue compartido por MH, otro prisionero que estuvo detenido en el Hospital Kamal Adwan en el norte de Gaza.
Al referirse al trato humillante al que él y otros detenidos fueron sometidos, MH dijo que las fuerzas israelíes les arrojaron aguas residuales y orinaron sobre ellos, añadiendo que lo mantuvieron esposado, con los ojos vendados y arrodillado en un campamento durante un mes, antes de ser trasladado a la prisión de Naqab.
“Hoy en día morimos lentamente a cada momento”, indicó sobre su experiencia en la prisión de Naqab.
El detenido HR, que fue trasladado a la prisión de Naqab, también mencionó la tortura con agua caliente.
Mientras tanto, el detenido AN dijo que “la muerte es más misericordiosa que lo que estamos viviendo en prisión. Incluso hoy, a pesar de la llegada del invierno, los presos siguen vistiendo su ropa de verano”.
“Padecemos frío extremo, hambre y enfermedades sin excepción, en particular debido a la propagación de la sarna. También he contraído otras enfermedades debido a las duras condiciones de la prisión”, añadió.
En otro testimonio, el detenido JS afirmó que “hoy en día, casi no puedo mantenerme en pie ni caminar con facilidad” debido a la sarna y al maltrato físico al que fue sometido durante su detención; “Ahora sangro por todo lo que he sufrido”.
Refiriéndose al caso de su compañero de celda Ashraf Abu Warda, quien murió anteriormente, JS declaró que la condición de Abu Warda era muy grave y que había perdido la capacidad de hablar, recordar e incluso mantenerse en pie antes de su muerte.
En relación con otra forma de tortura, el detenido SA destacó que “la administración penitenciaria israelí retira deliberadamente los colchones todas las mañanas y los devuelve por la noche, a pesar del frío intenso. A veces, nos castigan intencionadamente, retrasando la devolución de los colchones hasta la medianoche”. Otros detenidos confirmaron la información.
La PPS y la Comisión de Asuntos de Detenidos y Ex Detenidos informaron que estos testimonios son solo una parte de un conjunto más amplio de relatos de otros detenidos, que reflejan el nivel de tortura y abuso sistemático que enfrentan los detenidos palestinos, especialmente los de Gaza, a manos de los guardias penitenciarios israelíes.
El informe llega mientras al menos 54 palestinos, cuyas identidades se conocen, han muerto bajo custodia israelí desde el inicio de la guerra genocida israelí en Gaza en octubre de 2023.
Hasta ahora, el sangriento ataque del régimen contra Gaza ha matado al menos a 45 581 palestinos, en su mayoría mujeres y niños, y ha herido a más de 108 438 personas. Miles de personas más están desaparecidas y se presume que están muertas bajo los escombros.
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