Mediante una declaración conjunta emitida este miércoles, los grupos combatientes palestinos han dejado claro que la gestión de los asuntos palestinos y de la asediada Franja de Gaza es un tema interno palestino y han advertido que nunca permitirán al régimen ocupante y a sus partidarios interferir en este tema o imponer tutela al enclave costero.
La advertencia llega un día después de que la emisora oficial israelí Kan informara de que el ministro de asuntos militares de Israel, Yoav Gallant, propuso a Mayed Faray, jefe del aparato de inteligencia de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) como candidato para gestionar temporalmente la Gaza de posguerra y reemplazar supuestamente al movimiento palestino HAMAS.
Faray, de 61 años, un cercano colaborador del presidente palestino, Mahmud Abbas, tiene estrechos vínculos de trabajo con el régimen de Israel. Es además responsable de la coordinación entre la agencia de seguridad interna israelí Shin Bet, la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos y otras organizaciones de inteligencia internacionales.
Las facciones palestinas han asegurado además que no habrá un acuerdo de intercambio de presos palestinos por retenidos israelíes sin un cese integral de la agresión israelí contra la Franja de Gaza.
Asimismo, han llamado a la población palestina en Cisjordania, Al-Quds (Jerusalén) y los territorios palestinos ocupados en 1948 a sumarse a la lucha contra la ocupación israelí, su principal aliado, EE.UU., y sus partidarios.
La nota llama además a los países musulmanes a cortar lazos con Israel, expulsar a los embajadores israelíes y poner fin a los proyectos de normalización con la entidad sionista.
Las facciones han recordado que todos los intentos del enemigo para destruir la causa palestina fracasaron gracias a la resistencia del pueblo, y han asegurado que la actual guerra en Gaza llevará a la “victoria” de la nación palestina y “el establecimiento de un Estado palestino” con Al-Quds como su capital.
Israel ha matado a al menos 31 300 civiles palestinos en cinco meses de ataques indiscriminados a Gaza, iniciado en octubre, con el objetivo declarado de “aniquilar a HAMAS” y desplazar a la población del enclave a países vecinos. La milicia élite palestina, sin embargo, dice estar en buenas condiciones y será el único que gestionará la Gaza de posguerra, tras expulsar a los invasores israelíes.
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