Durante una conferencia de prensa celebrada en Beirut, Osama Hamdan, uno de los líderes del Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina, HAMAS, denunció la continuidad de la guerra genocida del régimen de Israel contra Gaza.
Este alto funcionario responsabilizó a los sionistas por impedir alcanzar un acuerdo de alto el fuego y calificó el comportamiento del premier israelí, Benjamin Netanyahu, de un “engañoso” que solo busca prolongar la guerra.
Eso, mientras que el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos pide un alto el fuego inmediato en Gaza... Al leer una declaración, la portavoz de la Oficina, Ravina Shamdasani, instó a la comunidad internacional a hacer todo lo posible para cesar las atrocidades de Tel Aviv y expresó su profunda preocupación por una posible incursión terrestre de las fuerzas israelíes en la ciudad de Rafah.
A su vez, el jefe de Política Exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, advirtió del empeoramiento de la situación humanitaria de millones de palestinos en Gaza. Por lo que pidió a países occidentales, en particular a Estados Unidos, evitar el envío de más armas al régimen de Israel.
Ni la condena, ni las advertencias de la comunidad internacional han hecho que Netanyahu dé marcha atrás a su desmedida ofensiva en Gaza. Peor aún, ha empezado una serie de ataques ciegos contra Rafah, que se considera el último refugio de los palestinos. Según los informes, en estos ataques más de 100 personas han perdido su vida.
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