El rey bareiní, Hamad bin Isa Al Jalifa, recibió el domingo en el palacio Al-Qudaibiya en la capital, Manama, al presidente del régimen de Israel, Isaac Herzog, con motivo de su primera visita a Baréin después de que ambas partes establecieran relaciones diplomáticas en septiembre de 2020.
El monarca dijo que esta visita “tiene un papel importante en la consolidación de las relaciones” entre Manama y el régimen de Tel Aviv.
La referida ceremonia de recepción tuvo lugar, pese a que “los sionistas derraman la sangre de los palestinos y los jóvenes de Palestina son ejecutados por los militares sionistas”, denunció la misma jornada el jefe de la Oficina de Relaciones Internacionales del Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS), Basem Naim.
Naim tachó la medida de insultante y criticó que un gobernante árabe recibe a un líder del régimen sionista, que es la “mayor entidad terrorista”.
Asimismo, acusó a Al Jalifa de actuar contra la voluntad del pueblo bareiní y sin tener en cuenta que su legitimidad “depende de la voluntad de su nación, y no de los enemigos y sus siniestros planes”.
Por su parte, el portavoz del movimiento Yihad Islámica Palestina, Tariq Salmi, señaló también el domingo que la visita de Herzog a cualquier país árabe o islámico “es una puñalada al pueblo palestino y una gran traición a la primera causa de los árabes y musulmanes”.
En paralelo, los bareiníes salieron a las calles en distintas partes del país para expresar su rechazo a la visita de la comitiva israelí, encabezada por Herzog, y la normalización de lazos con el régimen sionista.
Herzog viajará este lunes a los Emiratos Árabes Unidos (EAU), donde se reunirá por cuarta vez con el mandatario emiratí, Muhamad bin Zayed Al-Nahyan.
Esto, pese a que los grupos y las autoridades palestinos consideran la normalización de lazos con Israel como una traición a Palestina, pues tiene como objetivo principal eliminar la causa palestina y dejar de lado los derechos del oprimido pueblo palestino.
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