Una investigación publicada el jueves por la oenegé británica pro derechos de la infancia Save the Children (Salven a los Niños), dio a conocer que las fuerzas israelíes arrestan cada año a cientos de menores palestinos, los cuales sufren violencia física y verbal, amenazas y aislamiento dentro de las prisiones.
El citado dossier, que se basa en entrevistas con más de 470 menores y jóvenes palestinos de toda Cisjordania detenidos durante los últimos diez años, resalta que el 80 % de ellos ha sido objeto de palizas, agresiones verbales y cacheos desnudos cuando estaban en las cárceles israelíes.
Además, el 90 % de estos niños no recibió atención médica adecuada, incluso cuando lo solicitó expresamente. Agrega que al 47 % de los menores detenidos se les negó un abogado, mientras que a más de la mitad se les amenazó con agredir a sus familias.
La oenegé detalla que la mayoría de ellos fueron arrestados por la noche cuando estaban en sus hogares, luego fueron trasladados con los ojos vendados y las manos atadas a la espalda. Muchos de estos menores afirman que en ningún momento se les informó de sus cargos ni de sus traslados.
El citado documento revela también que la mitad de los niños y las niñas detenidos estuvieron solos en aislamiento, a veces durante varias semanas, y que muchos no pudieron ver a sus familias en todo el proceso. En algunos casos, incluso les hicieron creer que sus familias los habían abandonado, lo que despertó en ellos el miedo, la soledad y el rechazo.
Igualmente, indica que muchos de estos menores, tras ser liberados de cárceles israelíes, sufren insomnio, pesadillas, trastornos alimentarios, cambios de comportamiento, ira o depresión, lo que les ha provocado graves problemas físicos y psicológicos.
Save the Children, no obstante, denuncia que la infancia palestina es la única en el mundo que “es enjuiciada sistemáticamente” a través de un procedimiento militar en lugar de civil, añadiendo que el cargo más común que se les atribuye a estos niños es tirar una piedra, delito por el que la pena máxima es de 20 años de prisión.
“Ningún niño o niña debería experimentar tanta crueldad a manos de aquellas personas que están destinadas a protegerles. La infancia debe ser tratada ante todo como lo que es, con todas las protecciones especiales que esto conlleva”, ha dicho Jeremy Stoner, director regional de Save the Children para la región de Asia Occidental.
Aunque distintos grupos pro derechos humanos han alertado del peligroso aumento de los crímenes del régimen de Israel contra los reclusos palestinos, en especial los menores de edad, no se ha producido ningún cambio en la política israelí y los encarcelados siguen siendo víctimas de malas condiciones y torturas.
Esta negligencia podría agravar aún más la situación de los reclusos palestinos, dada la entrada del nuevo coronavirus en las cárceles israelíes. Por tanto, han ido en aumento los llamados a la liberación de los prisioneros palestinos.
myd/ctl/rba