“Cualquier tipo de relación con Israel, o esfuerzo para normalizar las relaciones con el régimen sionista, es un crimen contra los valores nacionales e islámicos”, denunció el viernes la Yihad Islámica en un comunicado emitido con ocasión del Día de la Naksa (el día del “revés”), que recuerda la devastadora operación militar que lanzó Israel el 5 de junio de 1967 contra Egipto, El Líbano y Siria.
La nota alerta de que reconocer a Israel y establecer lazos con el régimen de ocupación “conducirá al mundo árabe a sufrir otra derrota”, haciendo alusión a cómo terminó la guerra israelí de 1967: el régimen de Israel ocupó en seis días el Sinaí, el sur de El Líbano, los altos del Golán sirios, Gaza y Cisjordania, lo que obligó a decenas de miles de palestinos a abandonar sus hogares.
El movimiento palestino también advirtió de que todo acercamiento a Israel significa una “puñalada” a la lucha del pueblo palestino para materializar sus derechos.
Conforme han revelado varios informes, ciertos países árabes ribereños del Golfo Pérsico —Arabia Saudí, los Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Baréin, entre otros— desean establecer nexos de amistad con el régimen de Tel Aviv.
Las autoridades y los movimientos de la Resistencia de Palestina apuestan por la creación de un amplio frente para abortar el proceso de reconciliación con el régimen sionista, que sigue violando los derechos de los palestinos con sus planes expansionistas y operaciones de limpieza étnica.
Advierten, asimismo, de que dicho proceso amenaza abiertamente la causa palestina, y más ahora, con el “acuerdo del siglo” de EE.UU., un plan de paz para acabar con el conflicto israelí-palestino que respaldan algunos países árabes pese a inclinarse totalmente a favor de Israel.
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