Según informó el rotativo israelí Haaretz, el incidente tuvo lugar el sábado en Burin, una aldea palestina al sur de la ciudad cisjordana de Nablus, donde cerca de 15 colonos israelíes lanzaban piedras contra las casas de los palestinos.
A unos pocos metros de distancia se puede ver a varios soldados del régimen israelí que al ver la escena optan por no intervenir y permitir que los colonos sigan con su acto vandálico a pesar de que legalmente estarían obligados a dispersar y, si fuera necesario, detener a los colonos que causan daños a las propiedades palestinas.
Del mismo modo, fuentes locales aseguraron que los colonos no se conformaron con solo lanzar piedras y cortaron al menos 18 olivos en la mencionada aldea palestina.
Estos tipos de incidentes no son aislados y ocurren con frecuencia en los territorios ocupados palestinos.
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