Por medio de un comunicado, la oficina del ministro de asuntos militares israelí, Avigdor Lieberman, anunció ayer miércoles que se detendría desde hoy jueves hasta nuevo aviso el suministro de carburante y gas a la Franja a través del cruce Kerem Shalom, entre Gaza y los territorios ocupados palestinos.
Se trata de la segunda vez que el régimen de Tel Aviv ha recurrido a tal medida en las últimas semanas. El propio Lieberman ordenó el cierre de gas y combustible a principios de julio, aunque posteriormente revocó la decisión.
Lieberman ha justificado su decisión como una respuesta a las cometas incendiarias lanzadas desde la Franja de Gaza a los territorios ocupados palestinos durante las movilizaciones Gran Marcha del Retorno —iniciadas el 30 de marzo— para reclamar el derecho de los refugiados palestinos a regresar a las viviendas en las que residían antes de la creación del régimen de Israel en 1948.
En el marco de lo que llamaba una respuesta al lanzamiento de los globos y cometas incendiarios, Israel asimismo ordenó a principios de junio el cese del tránsito de bienes comerciales a la Franja de Gaza.
El ejército israelí ha reprimido dichas protestas de forma ultraviolenta dejando al menos 155 muertos entre los palestinos.
Desde las Naciones Unidas alertaron en mayo que las atrocidades cometidas por Israel han llevado al enclave costero palestino al borde del “colapso total”.
El bloqueo del suministro de combustible deteriorará la precaria situación sanitaria y humanitaria que se vive en la Franja por años de asedio israelí.
Al respecto, la Franja de Gaza atraviesa una crisis eléctrica, la cual, ha afectado servicios esenciales como la salud, la educación y los alimentos, factores fundamentales para la vida diaria.
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