En una rueda celebrada el martes en Ginebra (Suiza), la portavoz de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH), Liz Throssell, denunció el nuevo plan expansionista israelí que se ejecutará dentro de unos días y dejará sin techo a más de 100 beduinos, la mayoría niños.
Resaltó que se trata de la comunidad beduino-palestina de Jan Al-Ahmar, ubicada en el este de la ocupada Cisjordania, que ha resistido durante la última década ante un desplazamiento forzoso.
“Nuestra llamada principal a los israelíes es no proceder a la demolición de esta comunidad (…) La comunidad alberga a 181 personas, más de la mitad son niños (…) Hay altos riesgos de un desplazamiento forzoso por las políticas y medidas de Israel que obliga a las personas y comunidades a moverse”, señaló Throssell.
Además de describir “discriminatoria” esta política del régimen de Tel Aviv que tampoco respeta las normativas internacionales, la funcionaria explicó que “la mayoría de las propiedades está considerada ilegal (por Israel) porque ningún permiso fue otorgado a los palestinos residentes en esta zona.
Nuestra llamada principal a los israelíes es no proceder a la demolición de esta comunidad (…) La comunidad alberga a 181 personas, más de la mitad son niños (…) Hay altos riesgos de un desplazamiento forzoso por las políticas y medidas de Israel que obliga a las personas y comunidades a moverse”, señaló la portavoz de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los DD.HH. (OACNUDH), Liz Throssell.
Tras advertir que una vez ejecutado el plan de demolición, los beduinos perderán sus casas y su comunidad, además, los niños perderán sus escuelas, Throssell matizó que esta medida viola el derecho de la comunidad de tener un hogar.
La funcionaria además expresó preocupación por unas 7000 personas de 46 comunidades beduinas que residen en la zona, dado que se encuentran cerca de “muchos asentamientos” ilegales israelíes y corren riesgos de tener el mismo destino.
Esta política israelí ha afectado a 150 familias beduinas palestinas entre 1997 y 2007, según destacó Throssell.
No obstante, el régimen de Tel Aviv sigue insistiendo en su plan expansionista en los territorios ocupados palestinos, haciendo una vez más caso omiso a las denuncias de la comunidad internacional y muchos organismos pro derechos humanos.
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