Por Sdenka Saavedra Alfaro
Al parecer, nada detiene al “carnicero de Gaza”, pues el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, va más allá de la deshumanización, empecinado en el genocidio en Gaza, Cisjordania, la destrucción del Líbano, la internacionalización de su supuesta “guerra”, a Siria, Irak, Yemen, apadrinada por EE.UU. y los países europeos, al no poder derrotar a los Movimientos de la Resistencia Palestina; ahora su objetivo es destruir Irán, el sueño fallido del imperio y el sionismo.
La madrugada del sábado 26 de octubre de esta gestión, en una flagrante violación de la soberanía nacional del país persa, aviones de guerra israelíes utilizaron el espacio aéreo controlado por Estados Unidos sobre Irak para disparar misiles contra instalaciones militares en las provincias iraníes de Teherán (norte), Juzestán (suroeste) e Ilam (oeste), ataque que cobró la vida de cuatro miembros del Ejército y un ciudadano civil.
Sin embargo; el sistema integrado de Defensa Aérea Iraní logró interceptar y contrarrestar exitosamente la agresión, la que fue catalogada como “ataque muy moderado”, que no pudo en términos de disuasión, lograr que Israel restaure su capacidad de amenaza, contra objetivos militares en Irán, tal cual lo señaló The Washington Post.
Una vez más el régimen sionista israelí, junto a EE.UU., y sus “socios” amenazan la paz mundial, al querer desestabilizar toda la región de Asia Occidental (“Medio Oriente”), por el petróleo, el gas y los recursos naturales existentes, como lo señalamos, al ignorar las llamadas internacionales a un alto el fuego; pues apuesta solo por la “guerra” como única forma de imponer su hegemonía, sin contar con el sufrimiento de palestinos, libaneses, sirios, iraníes, iraquíes.
No les interesa las vidas humanas, ya que hasta el presente en Gaza ya son más de 43.500 palestinos asesinados, donde más de la mitad son niños, mujeres, llevando a la peor catástrofe humanitaria, porque ya no existe lugar seguro; más de 37 mil millones de escombros, ecocidio, generaciones postergadas por el fósforo blanco, cáncer, enfermedades virales, la mayoría de los campamentos de refugiados palestinos de la Franja de Gaza han sido mermados por el ejército israelí, donde fueron quemados vivos.
Al mismo tiempo, su arremetida en El Líbano continúa, donde ya fueron asesinadas más de 2.822 personas y donde ya hay 13 000 heridos. El mundo es testigo de la crueldad del lobby sionista que perpetra todos estos vejámenes los que están siendo transmitidos en vivo y directo gracias a los medios de comunicación alternativa, los que son censurados por mostrar la verdad desde el lugar de los hechos, como la guerra mediática contra la República Islámica de Irán.
Pero, de algo debemos estar seguros, que pese a que Israel, se envalentona desafiando a la normativa internacional humanitaria, no dejándose intimidar ni por la petición del fiscal de la Corte Penal Internacional de emitir órdenes de arresto contra Netanyahu ni por la postura del secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, en contra de la continuación de la agresión israelí sobre Gaza y la expansión del conflicto, El Eje de la Resistencia, que surgió en 1979 con la Revolución Islámica en Irán, la cual desde su primer día asumió la misión de resistir la hegemonía occidental y luchar por la liberación de Palestina, cada día se va fortaleciendo, sumándose más frentes al apoyo contra Washington y “Tel Aviv”.
Los asesinatos realizados por el régimen israelí a los líderes de los Movimientos de Resistencia; los martirios Ismail Haniya, el 31 de julio de 2024, líder de Hamas en Irán, el del Seyed Hasan Nasralá, columna vertebral del Eje de la Resistencia, el viernes 27 de septiembre en el sur de Beirut; así como el del Sayed Hashem Safi Al-Din, y el más reciente; Yahia Al Sinwar, líder del Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) y cerebro clave de la operación “Tormenta Al-Aqsa”, quien murió como héroe en el campo de batalla el 18 de octubre; demuestran la derrota y el declive del régimen de Israel.
EEUU y sus gendarmes en la zona (Netanyahu), se han dado ahora la tarea de doblegar al líder del Eje de la Resistencia, sus amenazas a la República Islámica de Irán han sido una constante desde el triunfo de la Revolución Islámica en 1979, siendo que sus “cantos de sirena” se vienen escuchando desde hace 46 años; al presente, estos son espurios, pues Washington y Tel Aviv han comprobado una vez más que la nación persa no se arrodilla ante nadie.
Sdenka Saavedra Alfaro es escritora y corresponsal de HispanTV en La Paz.