En declaraciones concedidas este sábado a la agencia iraní de noticias Fars, el activista Husein Abdolá, aduciendo que la actitud de Al Jalifa ante los sionistas muestra a los bareiníes su “decadencia moral”, asegura que "dicho régimen sigue violando los derechos de la nación bareiní con el apoyo de Estados Unidos y la monarquía saudí”.
(...) dicho régimen sigue violando los derechos de la nación bareiní con el apoyo de Estados Unidos y la monarquía saudí”, ha indicado el activista Husein Abdolá, en referencia al régimen de Al Jalifa.
Asimismo, se ha referido a la represión sistemática del disuelto Al-Wefaq, principal partido opositor del país, por las autoridades bareiníes que detienen a sus miembros según “falsa” información.
En otro momento de sus declaraciones, Abdolá ha criticado el silencio de los llamados defensores de los Derechos Humanos frente a los 205 días de cerco policial en Al-Diraz, aldea natal del prominente líder de Al-Wefaq, el sheij Isa Ahmad Qasem. El clérigo chií, un crítico acérrimo de la monarquía, sufre las medidas represivas de Al Jalifa.
Recuerda, asimismo, que los residentes de dicha aldea, sita al oeste de Manama (capital), “no son mercenarios, ni extranjeros o ocupadores. Ellos son ciudadanos”, pero las autoridades bareiníes los han asediado por apoyar al sheij Qasem, impidiendo la entrada de camiones de agua potable y alimentos a la aldea, incluso impide que visiten a sus familiares en otras partes del país o su acceso a atención médica.
“Es lamentable que no es escuche ninguna voz de las entidades pro derechos humanos, de las Naciones Unidas, de la Unión Europea (UE) o de los Estados Unidos, que, no obstante, dicen velar por la libertad y la democracia, ni tampoco de los países islámicos o de la Liga Árabe (LA) en defensa a la nación bareiní”, recalca.
Baréin vive una etapa de inestabilidad política desde que en 2011 la mayoritaria comunidad chií se echó a las calles para reclamar reformas y mayor participación política: levantamiento que fue aplastado por las autoridades con la colaboración de fuerzas militares enviadas por el régimen de Arabia Saudí.
Las atrocidades de la monarquía de los Al Jalifa han sido condenadas sistemáticamente por los organismos internacionales.
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