Coincidimos en que una escalada de la tensión tendría las consecuencias más negativas tanto para la misma Ucrania como para todo el sistema de seguridad europeo”.
“Coincidimos en que una escalada de la tensión tendría las consecuencias más negativas tanto para la misma Ucrania como para todo el sistema de seguridad europeo”, recalcó el miércoles el canciller ruso en una entrevista concedida al diario económico alemán Handelsblatt.
Asimismo hizo hincapié en la importancia de que se cumplan los acuerdos alcanzados el pasado 12 de febrero en Minsk, capital bielorrusa.
En otra parte de sus declaraciones, el jefe de la Diplomacia de Rusia se refirió a la necesidad de que los países del mundo cooperen para zanjar los conflictos globales, para luego precisar que “la falta de visión estratégica global amenaza con la pérdida de capacidad para tomar decisiones adecuadas”.
A modo de ejemplo aludió a las relaciones Moscú-Berlín y puso de manifiesto que la reducción de los nexos Rusia-Alemania tendrá efectos negativos no solo para ambas naciones, sino para toda la región euroatlántica.
En este mismo contexto, Lavrov anunció que el Kremlin acoge con beneplácito cualquier propuesta razonable de Alemania que sea capaz de ayudar a solventar el conflicto Moscú-Kiev.
Desde el inicio del conflicto en Ucrania, en febrero de 2014, las relaciones Moscú-Berlín se han enrarecido, ya que Alemania, junto a otros países occidentales, ha impuesto, en varias ocasiones, embargos contra diferentes sectores de Rusia.
A pesar de que las autoridades de ambos países se han entrevistado en varias ocasiones, las relaciones siguen enturbiadas por la crisis de Ucrania.
En la mayoría de los encuentros mantenidos, el conflicto en Ucrania ha sido uno de los principales temas abordados por las autoridades de ambos países. Conforme a los datos facilitados por el Kremlin, este mismo tema será uno de los ejes principales de las conversaciones del presidente ruso, Vladímir Putin, y la canciller alemana, Angela Merkel, durante la reunión que mantendrán el próximo 10 de mayo en Moscú (capital rusa).
Washington y la Unión Europea (UE) han impuesto varias rondas de sanciones económicas contra individuos, organizaciones, sectores bancarios, energéticos y de defensa de Rusia, por una supuesta injerencia de Moscú en los asuntos de Ucrania, imputación que rechaza Rusia en los términos más enérgicos.
En respuesta, Rusia impuso algunos embargos contra los productos provenientes de los países sancionadores y elaboró una lista de más de 200 personas de la UE y EE.UU. para denegarles visados de entrada.
Según los últimos datos divulgados por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACDH), al menos 6100 personas han perdido la vida y más de 15.000 han resultado heridas desde abril de 2014 en Ucrania.
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