• El premier de Australia, Malcolm Turnbull, llega a Vientián, capital de Laos, para asistir a la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), 6 de septiembre de 2016.
Publicada: miércoles, 7 de septiembre de 2016 14:24
Actualizada: miércoles, 7 de septiembre de 2016 15:25

El premier australiano responde a presiones de EE.UU. afirmando que Canberra no elegirá entre Pekín y Washington en sus disputas marítimas.

En un contexto de tensiones entre Pekín y Washington en el mar del Sur de China, el primer ministro de Australia, Malcolm Turnbull, ha exigido hoy miércoles a todas las partes que respeten el estado de derecho y ha rechazado que Canberra tenga que optar entre China y EE.UU.

“Sé que se ha vuelto popular decir que hay que elegir entre China y Estados Unidos, pero la realidad es que los dos son países enormemente importantes en todos los aspectos”, ha dicho Turnbull en la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) celebrada en Vientián, capital de Laos, de acuerdo con la información del diario australiano The Australian.

Sé que se ha vuelto popular decir que hay que elegir entre China y Estados Unidos, pero la realidad es que los dos son países enormemente importantes en todos los aspectos”, ha dicho el primer ministro de Asutralia, Malcolm Turnbull.

“Y todos los países de la región —lo sé yo, que trato con sus líderes—, estamos comprometidos a relacionarnos con los dos, porque nuestro compromiso es mantener la paz y la armonía en esta parte del mundo”, ha señalado Turnbull.

Turrbull se ha referido a este asunto en reacción con declaraciones hechas por un alto mando militar estadounidense, el coronel Tom Hanson, que el miércoles pasado declaró que Australia debe hacer una elección entre su larga y estable alianza con Washington y la relación económica con Pekín.

 

Filipinas, Brunéi, Vietnam y Malasia mantienen diferencias sobre el mar del sur de China con Pekín. La Casa Blanca aprovecha esta situación para reforzar su presencia militar en la zona con la excusa de no permitir conflictos entre los países nombrados.

China y EE.UU. han desarrollado así, a partir de reclamaciones territoriales de Pekín, tensiones que se agravaron en mayo del año pasado con la construcción de islas artificiales por el país asiático en el mar de China Meridional.

China reclama como suyo casi un 90 % del territorio en litigio, en especial las islas Spratly (llamadas Nansha por Pekín), y asegura que su soberanía sobre las islas artificiales es "indiscutible".

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