Los miembros del foro cuentan con el 42 % de la producción global de gas, el 70 % de las reservas, el 40 % del suministro a través de gasoductos y el 65 % del mercado mundial de Gas Natural Licuado. Unos datos que ponen de relieve la importancia de ese organismo.
En el siguiente artículo, además de la importancia gasífera de esa cumbre, pretendemos estudiar aspectos como la seguridad, la cercanía entre Irán y Rusia y el regreso del país persa a la escena internacional.
Alta seguridad en Irán
Hoy en día, Oriente Medio está sumergido en inseguridad y caos desde Irak, Siria, El Líbano hasta Yemen, a raíz de las guerras subsidiarias y el terrorismo. Además, otros países del mundo se sienten atemorizados por la amenaza del grupo terrorista Daesh, como lo ocurrido en Francia, Turquía, Bangladés, entre otros. No obstante, pese a estar localizado en esta región tan inestable, Irán ogró organizar una cumbre en la que participaron los presidentes de Rusia, Venezuela, Bolivia, Irak, Turkmenistán, Nigeria, Guinea Ecuatorial y el país anfitrión, además del primer ministro de Argelia. La no incidencia de atentados o explosiones a lo largo del evento resalta la estabilidad y seguridad de que goza este país, pese a las amenazas de Daesh.
Retorno de Irán a la escena internacional
Aparte de la importancia de la cumbre, desde un punto de vista de la cantidad de jefes de Estado presentes, el evento envió al mundo otro mensaje: uno de bienvenida a Irán a los mercados de globales energía, en especial, después del acuerdo alcanzado con el Grupo 5+1 sobre su programa nuclear.
El número de dignatarios que participaron en la Cumbre pone de relieve el rol que podría desempeñar Irán en el futuro del mercado mundial energético, en particular, cuando los dos principales países en cuanto a reservas y producción de gas del mundo, Irán y Rusia, se encontraban en la cumbre. Una mayor cooperación entre los miembros del organismo, fue un objetivo destacado en la declaración final del encuentro, como iniciativa a estos países para determinar el precio de gas en el mundo, además de recurrir a ese recurso natural para presionar a sus enemigos.
Además del tema del gas, la cumbre propició una buena oportunidad para que las autoridades iraníes puedan intercambiar con otros países como Irak, Rusia y Turkmenistán sobre asuntos regionales.
Profundización de los lazos entre Rusia e Irán
En el desarrollo de la Cumbre tuvo lugar un evento muy importante que captó la atención de todos los medios de comunicación. Un encuentro de dos horas de duración entre el Líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jameneí, y el presidente ruso, Vladimir Putin. Las decisiones adoptadas por Putin antes de emprender su viaje hacia Teherán, resaltan la vital importancia de esta reunión.
El primer lugar, antes de su viaje, el mandatario ordenó la cancelación de todos los embargos y prohibiciones para el suministro y compraventa de artículos, materiales, mercancías, tecnologías y equipos relacionados con la industria nuclear de Irán. También anuló las prohibiciones a las ayudas técnicas y financieras, servicios de corretaje u otros, la formación de expertos y actividades de inversión dentro del marco del Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés).
Al llegar al país persa, Putin solicitó que se realizara el encuentro, ignorando el protocolo que conlleva una visita oficial de este tipo, es decir la ceremonia de recibimiento oficial, por parte del presidente iraní, tras la cual se efectúa un encuentro con el Líder. Esta decisión de romper el protocolo es una muestra evidente de la cercanía entre estos dos países.
Durante sus intervenciones, ambas partes reafirmaron que los lazos se estrecharán día a día y que los dos países se acompañarán en temas regionales e internacionales. En este sentido, además de recalcar que ve a Irán como un aliado fiable y un socio con cuyo respaldo se puede confiar, tanto en la región como en el mundo, Putin reiteró: “Estamos comprometidos a no conspirar, al contrario de ciertos países, contra nuestros aliados y no actuar contra los intereses de nuestros amigos, y de haber algún desacuerdo con ellos, lo resolveremos en la mesa del diálogo”.
Estas palabras demuestran el avance de Rusia e Irán hacia la formación de una alianza estratégica. Una unión que parece alcanzable, debido a las posturas antimperialistas de ambos, la presencia de un enemigo común y de intereses comunes. Hay que tener en cuenta que los dos países, como actores regionales, cuentan con importantes aliados, por lo que podrían ir dando paso, con el tiempo, a la creación de un mundo multipolar.
Esta cercanía despierta una gran preocupación en Washington, cuyas presiones a Moscú motivaron que este país decidiera buscar aliados que compartan posturas semejantes, en este caso Irán, China y varios países de Latinoamérica. Teniendo en cuenta el rol clave que desempeñan Teherán y Moscú en la región de Oriente Medio y Asia Central, seguramente, Washington y sus aliados se verán ante una serie de problemas y obstáculos para poder impulsar sus planes en la región.
Por lo menos, en el tema de Siria, con la cercanía entre Teherán y Moscú y sus posturas antihegemónicas, las intensiones de EE.UU. de dividir a los países de la región y promover el llamado proyecto “Gran Oriente Medio”, quedará sin efecto.
Conclusión
La tercera Cumbre de Países Exportadores de Gas, al parecer, tenía el objetivo de demostrar al mundo tres puntos importantes: la seguridad de que goza Irán en pleno caos e inseguridad en la región de Oriente Medio, el retorno del país a la escena internacional y el camino que siguen Rusia e Irán hacia la formación de una alianza sostenible, por lo menos a nivel regional.