El presidente francés ha prometido un “diálogo exigente” y “sin ninguna concesión” a Putin, después de que este lo invitara, en su mensaje de felicitación tras triunfar Macron en la presidencial francesa del pasado 7 de mayo, a “superar la desconfianza mutua”.
El nuevo presidente galo ha estrenado mandato con una agenda diplomática repleta: la semana pasada, Macron se reunió ya con su homólogo de EE.UU., Donald Trump, tras las cumbres del G7 y de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Antes se había reunido con la canciller alemana, Angela Merkel, y había visitado Malí, en su primer viaje exterior.
Además de las relaciones bilaterales, Macron y Putin tenían planeado discutir sus respectivas visiones sobre el futuro de la Unión Europea (UE), la lucha antiterrorista y distintas crisis regionales en las que Rusia y Francia sostienen posturas a menudo enfrentadas, como Ucrania, Siria, Libia y Corea del Norte.
El embajador de Rusia en París (capital francesa), Alexandre Orlov, ha declarado este mismo lunes a la radio Europe 1 en relación con la visita de Putin que es “muy importante empezar a disipar esta desconfianza que se ha acumulado en los últimos años” entre ambos países.
Aun así, activistas de la organización con sede en Londres (capital británica) Amnistía Internacional (AI) han exhortado al presidente francés a hablar a su huésped de “las libertades” en Rusia, pese al dudoso historial de persecución política en Francia de disidentes como el humorista antisionista Dieudonné o revisionistas del Holocausto como Vincent Reynouard.
Tras la reunión privada, estaba previsto que ambos presidentes almorzasen junto a sus respectivas delegaciones, celebraran una rueda de prensa conjunta e inaugurasen en el mismo palacio de Versalles, antigua residencia real, una exposición sobre el tercer centenario de la visita del zar Pedro el Grande al entonces regente Felipe II de Orleans.
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