• El sheij Ibrahim al-Zakzaky y su esposa, Malama Zinat Ibrahim.
Publicada: domingo, 13 de septiembre de 2020 15:53

Un grupo chií afiliado al Movimiento Islámico de Nigeria expresa su preocupación por el agravamiento de la salud del sheij Al-Zakzaky y su esposa.

El Foro Académico, que se enfoca en el avance intelectual y cultural del Movimiento Islámico de Nigeria (IMN, por sus siglas en inglés), exigió el sábado la “liberación incondicional” de su líder, el sheij Ibrahim al-Zakzaky, y de su esposa, cuya salud corre grave peligro debido a las draconianas limitaciones a las que les somete el Gobierno nigeriano.

La información disponible que nos llegó reveló que el estado de salud del sheij Ibrahim al-Zakzaky y de su esposa, Malama Zinat Ibrahim, se está deteriorando gravemente”, anunció el portavoz del grupo, Abdullahi Muhammad Musa.

El Foro Académico dijo, asimismo, que la información que obra en su poder revela que las balas alojadas en el cráneo y el cuerpo del destacado clérigo chií, de 67 años, durante un enfrentamiento en diciembre de 2015 con soldados nigerianos amenazan su vida.

 

Musa aseveró que no parece “inverosímil” que haya algunos motivos siniestros detrás de la insistencia del régimen de Nigeria en mantenerlo en la cárcel sumamente poblada de Kaduna (noroeste).

El portavoz del grupo islámico criticó al Gobierno nigeriano por haber impedido que se le brinde cualquier tipo de asistencia médica al máximo clérigo musulmán, y agregó que un equipo de galenos indios, que llegó al país para la investigación y revisión del caso de Al-Zakzaky, no pudo tampoco visitarlo.

En diciembre de 2015, el destacado clérigo chií y su esposa fueron detenidos tras una violenta redada policial en su residencia particular en la norteña ciudad de Zaria, en el estado de Kaduna. Durante el brutal arresto, apoyado por fuerzas saudíes, tres de sus hijos perdieron la vida, su esposa sufrió heridas graves y más de 300 de sus seguidores fueron asesinados.

Según varios informes médicos, el líder del IMN presenta altos niveles de plomo y cadmio en sangre, por lo que resulta del todo necesario que sea atendido en un hospital. Mientras tanto, su esposa sufre, desde hace al menos tres años, de artritis severa en las articulaciones de una de sus rodillas, una dolencia sobre la que sus médicos han dicho que solo se puede tratar con una operación.

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