La vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, realizó el sábado un llamado “a la paz y el reencuentro entre los nicaragüenses” a fin de que todo vuelva a la tranquilidad que se registraba en el país antes del pasado mes de abril.
De igual forma, la destacada funcionaria instó a “vencer el odio promovido por los grupos violentos extremistas”, quienes han ocasionado la muerte de varias personas, pese al llamado de paz que realiza el Gobierno del presidente nicaragüense, Daniel Ortega.
Además, pidió que durante el fin de semana se permita retomar la normalidad en el país para que las familias nicaragüenses “puedan tener un respiro”, con más seguridad y en el marco de la reconstrucción de la paz.
“Que el espíritu de Dios se manifieste en todas las comunidades de Nicaragua que imploramos a Dios estén cada día más libres de violencia y de cualquier alteración a la concordia que todos queremos”, expresó Murillo.
Que el espíritu de Dios se manifieste en todas las comunidades de Nicaragua que imploramos a Dios estén cada día más libres de violencia y de cualquier alteración a la concordia que todos queremos”, expresa la vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, en alusión a la violencia vivida en los últimos meses en el país centroamericano.
Varias zonas de Nicaragua son escenario de actos violentos protagonizados por grupos radicales de la oposición desde el pasado 18 de abril. Esta ola de violencia surgió teniendo como pretexto una serie de medidas adoptadas por Ortega sobre el sistema de pensiones, unas decisiones que después se derogaron, a la vez que el mandatario nicaragüense llamaba al diálogo.
La Comisión de la Verdad y la Justicia del país informó el 25 de junio de la muerte de 194 ciudadanos en los actos violentos pese a los esfuerzos del Gobierno y la mayoría del pueblo nicaragüense por devolver la paz a la nación.
La Policía de Nicaragua detuvo el jueves a un terrorista responsable de actos violentos, llamado Óscar Antonio Rivas, acusado de robo, quema de vehículos, cierres de calles, etc.
Ortega ha denunciado que detrás de las protestas violentas existe una “conspiración” impulsada por grupos apoyados por Estados Unidos y el narcotráfico.
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