Los retenes de carreteras, como medida de presión para lograr paz con justicia y democratización en Nicaragua, han provocado que el transporte internacional de carga se mantenga varado dentro y fuera de las fronteras de esa nación centroamericana así como pérdidas económicas.
Ante esa situación, el Gobierno de Ortega mantiene su petición de retirar como una señal de querer alcanzar la paz en el país.
Esas circunstancias han llevado al Gobierno a solicitar el retiro de los retenes para garantizar la libre circulación de personas y mercancías y el derecho al trabajo. El mantenimiento de estos retenes fueron el motivo para no continuar con la mesa del diálogo nacional, ya que las autoridades del Estado exigían el retiro de los tranques mientras la alianza cívica pedía paz con justicia y democratización.
Los ciudadanos señalan que los tranques son una medida de protección para los comunitarios, pero también afirman que en estos lugares se prioriza la atención médica y el paso de alimentos para abastecer los centros de compras del país.
Algunos ciudadanos se oponen a los tranques porque temen haya desabastecimiento. Desde el 18 de abril, iniciaron las protestas en Nicaragua. A la fecha, la cifra de muertos supera los 150, según los organismos de derechos humanos.
La Asociación Nicaragüense de Transportistas de Carga anunció la suspensión de ingreso y salida de camiones que trasladan mercancías a toda la región.
Moisés Mercado, Managua.
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