Se llamaba Lupita y tenía 4 años cuando fue asesinada, supuestamente por sus padres. El cuerpo de la niña con calcetines rojos, severamente golpeado, fue encontrado, el pasado marzo, en el Estado de México. Permaneció sin ser identificada hasta diciembre, cuando se inició proceso contra su madre y padrastro que robaban y eran adictos. Sus tías dieron a conocer el nombre de la menor que nunca fue registrado.
Ahora, sus familiares exigen a la Fiscalía General de Justicia que les reconozca personalidad jurídica para dar seguimiento a la indagatoria. No obstante, existen numerosos episodios similares que afrontan el silencio de las autoridades.
El caso de Lupita es uno de los muchos episodios de violencia brutal contra las mujeres que, en México se ha incrementado desde 2016.
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