“Zelaya, evidentemente, para el imperialismo, para Estados Unidos, en su lógica hegemónica, era un peligro no solo él (sino) el pueblo hondureño, encabezado por él, de un cambio de correlación en la región a partir de Honduras, que le fue sorpresivo en la época. Pero, hoy día, Zelaya (…) representa la resistencia y la recomposición de una gran fuerza de neoliberal y democratizadora en Honduras”, ha declarado este domingo Esteban Silva Cuadra en una entrevista con HispanTV.
De acuerdo con el experto, “Zelaya y el pueblo hondureño fueron víctimas de un golpe militar” que resultó en “una crisis profunda que sigue desarrollándose en el país centroamericano el día de hoy con el Gobierno autoritario” de Juan Orlando Hernández.
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Silva Cuadra subraya que “la política de Zelaya fue progresivamente la política de autodeterminación, de autonomía, de soberanía económica y de construir una gran alianza con los sectores campesinos, con los trabajadores y con las organizaciones sociales”. El exmandatario, ha agregado, también se esforzaba por impulsar la democracia y fortalecer la economía de Honduras.
Honduras era el “patio trasero de EE.UU.”, pero a partir de 2006, cuando Zelaya llegó al poder, “cambió la correlación”, por ello el entonces jefe de Estado se convirtió en “un peligro geopolítico” para EE.UU. que recurrió a eliminar este proceso de transformación en el país centroamericano, ha explicado el entrevistado.
(El expresidente hondureño José Manuel) Zelaya, evidentemente, para el imperialismo, para Estados Unidos, en su lógica hegemónica, era un peligro no solo él (sino) el pueblo hondureño, encabezado por él, de un cambio de correlación en la región a partir de Honduras, que le fue sorpresivo en la época. Pero, hoy día, Zelaya (…) representa la resistencia y la recomposición de una gran fuerza de neoliberal y democratizadora en Honduras, dice el analista Esteban Silva Cuadra”, ha declarado Esteban Silva Cuadra en una entrevista con HispanTV.
El experto, además, ha enfatizado que detrás del golpe contra Zelaya se encontraban la oligarquía hondureña y el Gobierno de Estados Unidos.
De hecho, el 28 de junio del 2009, la clase política de la derecha y los militares para frenar el proceso revolucionario del pueblo hondureño, derrocaron a Zelaya, luego de que este promoviera una consulta popular sobre la posibilidad de convocar a una asamblea constituyente.
Transcurridos 10 años del citado golpe, el país centroamericano vive días de grandes protestas en medio de una fuerte crisis política, social y económica. Desde hace un mes masivas marchas exigen la renuncia de Hernández por sus reformas estatales.
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Hernández, investigado por supuesto lavado de activos y tráfico de drogas, fue reelecto para un segundo mandato en noviembre de 2017, pese a que la Constitución prohíbe la reelección presidencial. Según la oposición, los comicios fueron fraudulentos.
Fuente: HispanTV Noticias
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