Los inmigrantes hondureños, salvadoreños, nicaragüenses y de otras nacionalidades como Camerún, Nigeria y otros países africanos han sido deportados en los últimos días como parte de un plan impulsado por la Policía Nacional Civil (PNC) para contrarrestar el flujo migratorio irregular por el territorio guatemalteco y con destino hacia el norte del continente.
Las medidas obedecen a presiones del Gobierno estadounidense en relación a disminuir la migración irregular hacia ese país centroamericano. Dentro de ese contexto el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, urgió a Guatemala para que se convierta en un país de acogida para quienes buscan asilo en el país norteamericano y el Gobierno guatemalteco negocia la posibilidad.
Un analista en temas internacionales califica como “servil” al Gobierno de Guatemala por velar más por los intereses de Estados Unidos que por la de sus propios ciudadanos y los derechos de personas que intentan cruzar el país para buscar un mejor futuro.
A pesar que existe un tratado centroamericano que les permite a los ciudadanos de todos los países de Centroamérica transitar por cualquiera de los países firmantes sin ningún obstáculo migratorio, los deporta argumentando que son menores de edad o que no poseen documentos a la hora de tratar de identificarlos.
Las deportaciones y los operativos para interceptar migrantes irregulares en el país continuarán en las próximas semanas, han informado las autoridades de migración en medio de críticas de grupos pro derechos humanos.
Miguel Salay, Ciudad de Guatemala.
mhn/hnb