El premier albanés, Edi Rama aseveró el jueves que el grupúsculo Muyahidín Jalq (MKO, por sus siglas en inglés) no debe usar Albania como plataforma para sus operaciones políticas y denunció que esta banda ha “violado repetidamente este acuerdo” en 2014 con Tirana que le permitió al MKO asilo en Albania por razones humanitarias.
Albania no tiene intención de estar en guerra con Irán. Albania no acepta a nadie que haya abusado de nuestra hospitalidad, aseveró en una entrevista para la cadena alemana Der Spiegel, en su primera reacción después de una operación policial albanesa en la sede del MKO en el país europeo por sus actividades delictivas.
Cuando Spiegel preguntó: Entonces, ¿por qué aceptó la solicitud del presidente estadounidense Barack Obama en 2016 de aceptar a miles de muyahidines?, el primer ministro respondió que Albania, como país amigo, cuando Estados Unidos le pide algo, se siente honrado.
“Nuestro país es usado como trinchera en una guerra (con Irán) que no es la nuestra, ¡no funciona!”, denunció Rama y advirtió que si los miembros de MKO buscan luchar contra Irán, “para hacerlo deben abandonar Albania”.
El 20 de junio, la Policía antiterrorista albanesa allanó el campamento Ashraf-3, al oeste de la capital de Albania, Tirana, e incautó gran cantidad de computadoras y laptops, algunos dispositivos electrónicos no convencionales, incluidos varios drones, entre otros, en la sede de estos terroristas antiraníes.
La operación antiterrorista se llevó a cabo por la orden de la Fiscalía Especial contra la Corrupción y el Crimen Organizado (SPAK, por sus siglas en inglés) por sospechas de que el MKO ha realizado ciberataques contra la República Islámica de Irán en varios períodos de tiempo, así como contra instituciones del Estado iraní.
Además, la Policía albanesa se desplegó de nuevo el jueves por la mañana en el campamento Ashraf-3.
El MKO, cuya historia se remonta a la década de 1960, inició una campaña terrorista con el objetivo de derrocar la recién formada República Islámica (1979). La organización extremista que se refugió en Irak del exdictador Sadam Husein en aquel entonces, fue trasferida a Albania en 2016 tras ser expulsada del país árabe.
La secta terrorista siempre ha contado con el apoyo político y militar de Washington y algunos Estados europeos y ha sido excluido de la lista de grupos terroristas por la Unión Europea (UE) y Estados Unidos en 2009 y 2012, respectivamente.
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