“La OEAI tiene la plena capacidad para construir las centrifugadoras avanzadas a escala industrial, e incrementar la capacidad de enriquecimiento (al 20 por ciento) y la producción de uranio enriquecido a un nivel adecuado para satisfacer las necesidades del país, en caso de que así lo decida el Sistema de la República Islámica”, dijo el portavoz de la OEAI, Behruz Kamalvandi.
El responsable persa hizo estas declaraciones tras una reunión mantenida el martes con los miembros de la Comisión de Seguridad Nacional y Política Exterior del Parlamento para abordar el proyecto de ley “Acción estratégica para levantar las sanciones”, aprobado el 2 de enero por una mayoría de los diputados.
Técnicamente, prosiguió el vocero, la OEAI tiene la capacidad para implementar el mencionado proyecto de ley que pide además revertir el reactor de agua pesada de Arak de 40 MW a la misma condición que tenía antes de la firma del acuerdo nuclear en 2015, con un cronograma fijo.
El proyecto de ley “Acción estratégica para levantar las sanciones” reclama, entre otros, a la OEAI producir y almacenar anualmente al menos 120 kg de uranio enriquecido al %20 dentro de los dos meses posteriores a la implementación de la iniciativa.
Entre otros reclamos, la mencionada propuesta contempla además que, en un plazo de tres meses, el Gobierno iraní tendría que suspender la aplicación voluntaria del Protocolo Adicional del Tratado de No Proliferación (TNP) si las relaciones bancarias y las ventas de petróleo a países europeos —afectadas como consecuencia de las sanciones unilaterales impuestas por Estados Unidos— no vuelvan a la normalidad.
Irán mostró la naturaleza pacífica de su programa nuclear al mundo al firmar en 2015 el pacto nuclear con seis estados integrantes del Grupo 5+1, conformado entonces por EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China más Alemania. Sin embargo, Washington se retiró unilateralmente del acuerdo y volvió a imponer sanciones contra el país persa.
Teherán cumplió plenamente con el pacto durante todo un año, esperando que el resto de los signatarios cumpla su parte del convenio; sin embargo, como las partes europeas no lo hicieron, Teherán en mayo de 2019 dejó de cumplir parte de sus compromisos con el acuerdo en virtud de los artículos 26 y 36 del acuerdo que cubre los derechos legales de Teherán.
En esta misma línea, aumentó el enriquecimiento de uranio al 4,5 por ciento, a pesar de que el acuerdo de 2015 limita la producción a un enriquecimiento del 3,67 por ciento.
Sin embargo, Teherán ha aclarado que esos pasos son reversibles. De hecho, volverá a implementar plenamente el acuerdo si se levantan las sanciones en su contra y otros signatarios respetan también el mismo.
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