Irán siempre ha insistido en que el levantamiento de las sanciones impuestas bajo el artículo 41 del capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas tiene que llevarse a cabo bajo las condiciones del mismo artículo para que tenga el mismo poder y vigencia a la hora de aplicarse
El jefe del equipo iraní de expertos nucleares en los diálogos entre Irán y el Grupo 5+1 ha realizado tal afirmación al referirse a las siete resoluciones emitidas por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) contra Irán bajo el artículo 41 del mencionado capítulo.
“Irán siempre ha insistido en que el levantamiento de las sanciones impuestas bajo el artículo 41 del capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas tiene que llevarse a cabo bajo las condiciones del mismo artículo para que tenga el mismo poder y vigencia a la hora de aplicarse”, ha especificado Baidineyad.
Según el citado artículo, el CSNU podrá decidir qué medidas, que no impliquen el uso de la fuerza armada, han de emplearse para hacer efectivas sus decisiones, y podrá instar a los miembros de las Naciones Unidas a que apliquen dichas medidas, que podrán comprender la interrupción total o parcial de las relaciones económicas y de las comunicaciones ferroviarias, marítimas, aéreas, postales, telegráficas, radioeléctricas, y otros medios de comunicación, así como la ruptura de las relaciones diplomáticas.
Asimismo, el diplomático persa ha añadido que el CSNU, a la hora de emitir la resolución de eliminar los embargos contra Irán, debe seguir el mismo procedimiento que usó cuando quería imponer las mencionadas sanciones al país persa, para que todos los países se comprometan con el cumplimiento de las resoluciones.
“Ahora, el CSNU tiene que hacer todo lo que esté en su mano para hacer que todos los países eliminen los embargos contra Irán, especialmente ahora que el Congreso estadounidense y muchas otras instituciones de los EE.UU. insisten en que el país norteamericano no debe mantener su palabra en lo referente a un acuerdo nuclear en el futuro”, ha recalcado.
La última ronda de diálogos entre Irán y el G5+1 (EE.UU., el Reino Unido, Rusia, China y Francia, más Alemania) está teniendo lugar en la ciudad estadounidense de Nueva York (noreste), donde las partes trabajan sobre la redacción del texto final del pacto nuclear para dar fin a la larga y controvertida disputa nuclear iraní antes de la fecha límite establecida, es decir, el 30 de junio.
El pasado 2 de abril, Irán y el Sexteto llegaron a un entendimiento mutuo sobre el programa de energía nuclear de la República Islámica de Irán, tras ocho días de maratonianas conversaciones en la ciudad suiza de Lausana.
Este entendimiento mutuo busca preparar el terreno para el logro de un acuerdo definitivo que según las autoridades iraníes tiene que asegurar el levantamiento de todas las sanciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU), de EE. UU. y de la Unión Europea (UE) contra Irán, a cambio de una serie de restricciones voluntarias aceptadas por el país persa en sus actividades nucleares.
Nada más iniciarse las conversaciones nucleares Irán-G5+1, el régimen israelí y sus aliados las criticaron, pues consideran que un eventual acuerdo nuclear podría reducir las tensiones entre Washington y Teherán; circunstancia que va en contra de sus intereses económicos y políticos en la región .
En los últimos meses, tanto el régimen israelí como algunos congresistas estadounidenses, quienes dan prioridad a los intereses del régimen de Tel Aviv sobre los de EE.UU., han arremetido abiertamente contra las conversaciones nucleares.
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