Una salida con o sin acuerdo sigue siendo el desafío al que se enfrenta el Reino Unido para abandonar la Unión Europea (UE). Londres reitera que no desea un Brexit sin acuerdo, pero mantiene la opción sobre la mesa.
Estas palabras se producen mientras que el Parlamento británico debe votar este martes una moción gubernamental neutra sobre el divorcio. El resultado de la votación determinará qué vías en el proceso del Brexit cuentan con mayoría legislativa.
La votación se celebra después del amplio rechazo del pasado 15 de enero al pacto acordado por la primera ministra británica, Theresa May, con Bruselas.
Este no convenció a los diputados que veían con desconfianza la cuestión de la salvaguarda fronteriza, elemento clave para evitar una frontera dura entre las dos Irlandas y proteger el proceso de paz.
Según Irlanda, el Reino Unido tiene la obligación de cumplir con el histórico tratado de paz del Viernes Santo sin importar el Brexit.
El Reino Unido debe abandonar la UE el próximo 29 de marzo, tras lo cual se prevé un período de transición que irá como máximo hasta finales del 2022. En este tiempo, Londres seguirá acatando las reglas europeas, pero sin voz ni voto en la toma de decisiones en el bloque comunitario.
Ese periodo debe servir para que ambas partes negocien su futura relación que, previsiblemente, pasará por un ambicioso tratado comercial.
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