En reacción, los líderes europeos exigen una postura clara de Londres y aseguran que no habrá renegociación más allá del pacto logrado.
La primera ministra, Theresa May, sufre la mayor derrota de un gobierno en la historia de la democracia británica.
La Cámara de los Comunes rechazó por amplia mayoría el acuerdo de Brexit, negociado entre la premier y sus socios de la UE.
Después de la votación, el líder de la oposición laborista, Jeremy Corbyn, anunció la presentación de una moción de censura contra la primera ministra, que se votará este miércoles.
Para sacar adelante su moción Corbyn necesita del apoyo de todos los partidos de la oposición, más algún diputado conservador.
En reacción, May exigió el apoyo parlamentario para seguir al frente del Gobierno, no obstante, indicó que estaba dispuesta a enfrentar una moción en su contra.
Las reacciones al rechazo del Parlamento británico no tardaron en llegar.
El presidente del Consejo Europeo (CE), Donald Tusk, criticó a los políticos británicos por carecer del coraje necesario para lograr una solución positiva.
Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron, rechazó la probabilidad de que la UE vuelva a negociar el acuerdo del Brexit.
Macron también reconoció que la salida del Reino Unido sin acuerdo tendrá consecuencias negativas, pero los que más pierden, en ese escenario, son los británicos.
El tiempo se acaba, puesto que el Reino Unido abandonará la UE el próximo 29 de marzo.
Si May supera la moción de censura tendrá que presentar una solución alternativa en los Comunes en tres días laborables.
Y si entonces tampoco convence a los diputados británicos, el futuro será más incierto que nunca desde que se desencadenó el Brexit.
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