• Manifestantes bareiníes toman parte en una manifestación para conmemorar el quinto aniversario del levantamiento contra el régimen de Al Jalifa, en el pueblo de Sitra, al sur de Manama, 12 de febrero de 2015.
Publicada: domingo, 14 de febrero de 2016 2:42

Defensores de los derechos humanos denuncian la complicidad del Reino Unido por el comercio que mantiene con Baréin, país que reprime de manera violenta a los activistas políticos y opositores.

Se cumplen cinco años desde que los bareiníes iniciaron una serie de manifestaciones casi diarias contra la monarquía Al Jalifa, para reclamar, entre otras cosas, el fin del monopolio del poder y la instauración de un sistema constitucional y un Poder Judicial independiente.

Mientras el régimen bareiní, responsable de la tortura y muerte de muchos de los manifestantes antimonarquía, viola cada día más los derechos humanos, amplía sus contratos de compras de armas con el Reino Unido.

El diario británico The Independent, publica este domingo que entre febrero de 2011 y septiembre de 2015, el valor total de los acuerdos comerciales firmados entre Londres y el régimen de Manama por la compra de fusiles, rifles de asalto y munición de anti blindados ascendió hasta los 45 millones de libras esterlinas, de acuerdo con la Campaña Contra el Comercio de Armas (CAAT, por sus siglas en inglés).

Esta cifra llama aún más la atención cuando se da a conocer que el valor total de similares acuerdos firmados durante los tres años previos al inicio de las protestas en Baréin –país que dedica cerca de la mitad de su presupuesto en el sector militar– era de 6 millones de libras.

Arabia Saudí, informa el diario, también envió vehículos blindados suministrados por el Reino Unido a Baréin para salvaguardar la infraestructura, pero en realidad fueron usados para reprimir violentamente el movimiento de oposición a favor de la democracia. 

Cabe recordar que en 2014, el Reino Unido accedió a abrir una base naval en Baréin a raíz de un acuerdo de defensa. En la ceremonia de inauguración de la construcción de la base celebrada en noviembre del año pasado, participaron el ministro de Exteriores británico, Philip Hammond, y el canciller bareiní, el jeque Jaled bin Ahmad Al Jalifa. 

Y sin embargo este no es el único caso en el que Londres aceptó beneficiarse de la venta de armas sin importar a quien las vende. El pasado mes de diciembre la Amnistía Internacional (AI) denunció que el Gobierno británico está incumpliendo las leyes y políticas nacionales, de la Unión Europea (UE) e internacionales al suministrar armas a Arabia Saudí, en el contexto de una intervención militar y campaña de bombardeos en Yemen.

Incluso el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, instó al Reino Unido a detener la venta de armas a Arabia Saudí por los “bombardeos indiscriminados” que lleva a cabo en Yemen.

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