En un comunicado, que presenta el balance de sus operaciones frente a la agresión de Israel, el Movimiento de Resistencia Islámica del Líbano (Hezbolá) informó el martes que había “matado a más de 100 soldados enemigos e herido a 1000 desde el inicio de la operación terrestre en el sur del Líbano” el 1 de octubre.
Hezbolá dijo que sus combatientes destruyeron 43 tanques Merkava, 8 excavadoras militares, dos Hummers, dos vehículos blindados y dos vehículos de transporte de tropas, y derribaron cuatro drones Hermes 450 y dos drones Hermes 900.
Añadió que este recuento no incluye las pérdidas del ejército israelí en bases militares, sitios, cuarteles, asentamientos y ciudades ocupadas.
Al comentar sobre los informes israelíes sobre el inicio de la segunda fase de la incursión terrestre en el Líbano, Hezbolá subrayó que esta decisión “estará condenada a la decepción y provocará más pérdidas” en las filas del ejército israelí.
El movimiento de la Resistencia libanés explicó que había tomado todas las “medidas para librar una larga batalla e impedir que el enemigo alcance sus objetivos en defensa de la libertad y la soberanía del Líbano”.
El diario israelí Maariv indicó el martes que el ejército israelí ha comenzado la segunda fase de sus operaciones terrestres en el Líbano con el objetivo de eliminar la capacidad misilística de Hezbolá.
El enfrentamiento cruzado entre Hezbolá e Israel, desatado hace un año, ha entrado en una nueva etapa desde que a finales de septiembre pasado el régimen sionista iniciara una agresión aérea masiva, seguida de una incursión terrestre en el sur del Líbano.
La agresión israelí ha provocado hasta el momento 3320 muertos y más de 14 234 heridos, entre ellos un gran número de niños y mujeres, además de alrededor de 1 400 000 personas desplazadas.
En respuesta, Hezbolá ha intensificado sus ataques con misiles y drones contra los objetivos israelíes y ha hecho fracasar los intentos del ejército israelí de penetrar en el país.
El martes, los medios israelíes informaron que sonaron sirenas en las ciudades de Haifa, Acre, Nahariya, Tel Aviv y las regiones del norte de la Alta Galilea (Al-Yalil), como resultado del lanzamiento de misiles y drones por parte de Hezbolá, lo que llevó a los colonos israelíes a refugiarse en refugios.
Dos colonos murieron por un misil disparado desde el Líbano contra la ciudad costera de Nahariya, al norte de los territorios ocupados.
Hezbolá ha prometido seguir luchando contra Israel hasta que el régimen detenga totalmente su agresión contra suelo libanés y ponga fin a su masacre de más de un año contra los palestinos en la Franja de Gaza.
El nuevo líder de Hezbolá, el sheij Naim Qasem, enfatiza que todo el territorio ocupado por Israel está en la mira de drones y misiles del movimiento libanés, y que Israel no podrá tener éxito en la guerra.
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