“No tenemos intención de ir a la guerra, ya que consideramos que no sería útil. Sin embargo, si Israel desata una guerra, la afrontaremos, y, sin duda alguna, habrá grandes pérdidas para ambos lados”, dijo el sábado el vicesecretario general del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), el sheij Naim Qasem, en un discurso en Beirut, la capital.
Alertó que un conflicto de tal envergadura desplazaría a “cientos de miles” más israelíes en el norte. “Si [las autoridades israelíes] creen que una guerra así permitiría que 100 000 desplazados regresaran a sus hogares […] emitimos esta advertencia: prepárense para lidiar con cientos de miles de desplazados más”.
Esta guerra, agregó, aumentaría drásticamente el número de los desplazados sionistas y “haría que los asentamientos israelíes queden deshabitados”.
Su advertencia se produjo después de que el ministro israelí de asuntos militares, Yoav Gallant, dijera la semana pasada que Israel estaba decidido a restablecer la seguridad en su frente norte y afirmó que el ejército se está “preparando para cualquier cosa que pueda suceder en el norte”.
El sheij Qasem hizo hincapié en que “el regreso de los colonos israelíes solo será posible cuando la guerra contra Gaza se detenga”, y dijo que la milicia no teme a las amenazas de Israel. “Esa amenaza [con iniciar una guerra amplia con El Líbano] no nos hará reconsiderar nuestras posiciones [en apoyo a Palestina]”, sostuvo.
Subrayó que el régimen sionista había probado las represalias del movimiento palestino. “Hezbolá nunca permanecerá como espectador ante las agresiones; más bien, se mantendrá al acecho y responderá”, alertó.
La Resistencia Libanesa ha estado involucrada en una campaña de apoyo militar a gran escala a la Franja de Gaza, apuntando a las fuerzas y sitios del régimen israelí en cientos de operaciones desde el 8 de octubre de 2023.
Las operaciones de Hezbolá en el frente norte se han convertido en motivo de gran preocupación para las autoridades israelíes, que están luchando por devolver a las decenas de miles de colonos, que han abandonado sus hogares por temor a los ataques de Hezbolá.
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