Ninguna compañía estadounidense ha estado dispuesta a descargar los 800 000 barriles de crudo iraní, a bordo del petrolero ‘Suez Rajan’, con bandera de las islas Marshall, anclado frente a Galveston, a 80 kilómetros de Houston (Texas) desde el 30 mayo.
El retraso en la descarga del cargamento también se debe en parte al temor a las repercusiones de Irán. Un alto comandante de la marina de los Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán dijo el mes pasado que el país persa tomaría represalias contra cualquier compañía petrolera que descargara petróleo iraní de un petrolero incautado.
Los senadores Joni Ernst, republicana, y Richard Blumenthal, demócrata, y otros legisladores del Senado y de la Cámara de Representantes de Estados Unidos dijeron en la carta a Biden y a altos funcionarios de la Administración que la aplicación de las sanciones petroleras será irrelevante si los ciudadanos estadounidenses y las empresas implicadas viven constantemente con el temor a las represalias iraníes.
Pidieron a la Administración una sesión informativa sobre el progreso del traslado del petróleo incautado del Suez Rajan a la custodia estadounidense.
La Casa Blanca no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.
Los funcionarios persas han tildado de actos de piratería previos intentos de Washington de incautar el petróleo iraní, mediante el cumplimiento de órdenes judiciales en países terceros.
La República Islámica de Irán, al enfatizar la ilegalidad de las sanciones norteamericanas, ha anunciado que utilizará todas sus capacidades para contrarrestar estas medidas crueles e inhumanas.
mkh
