Varios funcionarios estadounidenses, bajo condición de anonimato, informaron el miércoles a la agencia británica de noticias Reuters que Washington está en “consultas” con sus aliados, especialmente los del Grupo de los 7 (G7), para coordinar el apoyo a cualquier posible medida punitiva contra China.
Las consultas que aún se encuentran en una etapa preliminar, buscan “sentar las bases para una eventual acción”, reiteraron los aludidos funcionarios sin aportar más detalles.
El martes, el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, declaró que Washington “no dudaría” en sancionar a las empresas chinas, en caso de que Pekín proporcione ayuda letal a Rusia.
El gigante asiático además de asegurar que sus lazos con Moscú no le incumben a EE.UU., ha rechazado que esté proporcionando asistencia militar alguna a Rusia. Asegura que los rumores son “especulaciones sin fundamento”, mientras que ha acusado a Washington de mantener una postura hipócrita.
“Estados Unidos no tiene derecho a dictar las relaciones entre China y Rusia, y nunca aceptaremos la coerción y la presión de Estados Unidos”, dijo el lunes la portavoz de la Cancillería del país asiático, Mao Ning.
Si bien las naciones occidentales han presionado durante mucho tiempo a China para que corte los lazos con Rusia, las acusaciones hacia Pekín han aumentado desde que el mes pasado este último ofreciera una hoja de ruta de 12 puntos para un acuerdo diplomático sobre el conflicto de Ucrania, iniciado el 24 de febrero de 2022.
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