Esta es la embajada de El Líbano en Washington y esta congregación de ciudadanos lee los nombres de las víctimas de los recientes ataques terroristas israelíes. Alrededor de 20 asesinados, incluyendo niños, niñas y mujeres; más de 3 mil 200 heridos. La depravación sionista no tiene límites, ni fronteras.
Una nación en luto y horror. Desde El Líbano, las imágenes de explosivos implantados clandestinamente en dispositivos electrónicos responden a una campaña de terror que pretende silenciar a la resistencia por la dignidad del pueblo palestino y el resto de la humanidad.
Como lo habían advertido hace varios meses analistas y expertos en geopolítica, la entidad sionista no ha detenido sus crímenes de lesa humanidad en Gaza, ni en los territorios ocupados con el genocidio del pueblo palestino. Al contrario, hoy por hoy, se conoce que “Israel” es mayor entidad terrorista del mundo con la complicidad de Washington y sus aliados occidentales.
Así, desde Washington, los patrocinadores del régimen criminal de Tel Aviv, se “lavan las manos”; pretenden ignorar su estrecha colaboración -y aprobación- de la masacre de cientos de miles de seres humanos para avanzar la agenda de expansionismo y limpieza étnica de la entidad sionista.
Marcelo Ali Sánchez, Washington.
kmd/tqi