Decenas de personas se reunieron frente a las puertas del Departamento de Justicia estadounidense para exigir respeto por el derecho a informar y el derecho fundamental de expresar. Esta es la crónica de Julian Assange, periodista, activista informático, fundador de la plataforma digital Wikileaks y un tremendo dolor de cabeza para el cartel político, militar e industrial.
John Kiriakou sabe del tema. Es exagente de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) de EE.UU. Fue perseguido y encarcelado por “sonar la alarma” sobre los programas de torturas de Washington.
Assange y WikiLeaks fueron instrumentales en revelar los crímenes de EE.UU. y el complejo militar industrial en el periodo 2006-2010. Desde entonces, cada Administración le persigue, orquestando diversas estrategias, trampas legales y acusaciones falsas, todo ello con el propósito de extraditarle.
En este sentido, EE.UU. acusa de supuestas violaciones a los derechos humanos a terceros, no obstante, tortura y aísla indefinidamente en el mundo a quienes se atreven a echar luz sobre la verdadera naturaleza de un sistema que coloniza, destruye y se roba los recursos de los países, y que viola bajo la falsa bandera de la democracia.
Marcelo Sánchez, Washington.
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