El presidente demócrata de Estados Unidos, Joe Biden, cuyo país sufre consecuencias del embargo occidental impuesto al crudo de Rusia por la operación que lleva a cabo esta última en Ucrania, enfrenta muchas críticas dentro y fuera de la sociedad estadounidense por el aumento sin precedente de los precios del combustible.
Aunque el propio mandatario ha rechazado que la agenda de su viaje se centre en la producción de petróleo, los analistas opinan que el tema energético es la prioridad en esa visita. Biden ha citado una variedad de temas, desde la normalización de los lazos entre Arabia Saudí e Israel hasta la guerra en Yemen.
“Tiene que ver con la seguridad nacional para ellos, para los israelíes”, dijo Biden a los periodistas sobre la visita a Riad. “De todos modos, tengo un programa. Tiene que ver con problemas mucho más grandes que tener que ver con la pieza de energía”, afirmó a mediados de junio.
Biden antepone el petróleo a DDHH
Para los analistas, esa visita evidencia el doble rasero que aplica Washington sobre el tema de los derechos humanos. En su campaña electoral, Biden calificó a Arabia Saudí de un estado “paria”, después de que se confirmase el papel directo del príncipe heredero saudí, léase el rey de facto, Mohamed bin Salman (MBS) en el brutal asesinato de Yamal Jashoggi columnista de The Washington Post en el consulado saudí en Estambul en octubre de 2018.
Con esa visita, Biden ignora también el negro historial de violaciones de derechos humanos perpetradas por Arabia Saudí, donde reina una monarquía que es además acusada de crímenes de guerra y de lesa humanidad por liderar una agresión genocida en el empobrecido Yemen.
No obstante, el líder demócrata parece haber cambiado su “postura moral” con respecto a Riad y optado por salvar su popularidad, caída al suelo por los precios de la gasolina, antes de las cruciales elecciones legislativas de noviembre en Estados Unidos.
¿Por qué viaja ahora a Arabia Saudí?
La agenda de visita de Biden a Riad y luego los territorios ocupados palestinos incluye también promover la normalización de relaciones entre Israel y Arabia Saudí, dos regímenes que han dado muchos pasos en los últimos años hacia el acercamiento, aunque de manera encubierta.
Biden, quien ha afirmado en varias ocasiones que la normalización árabe-israelí impulsará la “paz” en la región, ha ignorado siempre los crímenes más horrendos cometidos por el régimen de Israel contra los palestinos.
Con masiva venta de armas a Israel, la Administración Biden ha violado el derecho internacional humanitario, echando gasolina a la máquina de guerra israelí y su campaña genocida contra los palestinos.
La coincidencia de la visita de Biden a Arabia Saudí, con el objetivo de contribuir al acercamiento entre Riad e Israel, con la temporada de Hach en la sagrada ciudad saudí de La Meca no parece ser ocasional. Podría tener como meta presentarse como un ‘mensajero de paz’, pero en realidad va a sembrar la discordia y división entre los musulmanes respecto a la causa palestina, principal tema que obstaculizaba durante años cualquier acercamiento árabe-israelí. Para Washington, un Arabia Saudí ya aliado de Israel puede servir de ejemplo para otros Estados árabes que siguen siendo escépticos sobre tener nexos con el régimen israelí.
Asimismo, analistas como Juan Cole, profesor de historia en la Universidad de Michigan, opinan que Biden con la promoción de la normalización con Israel busca obtener el apoyo de los partidarios del régimen israelí en EE.UU. en los comicios de noviembre.
“Estoy seguro de que cuando Biden dice que se trata en parte de hacer la paz por el bien de Israel y demás en estos días, por un lado, está jugando con el voto a favor de Israel en Estados Unidos”, ha dicho el experto a Al Jazeera.
Hasta el momento, países árabes como los Emiratos Árabes Unidos (EAU), Egipto, Marruecos, Jordania, Sudán y Baréin han normalizado sus relaciones con Israel; mientras diversos países, en especial del mundo musulmán, han considerado tales pactos como una traición a la causa palestina.
Palestina denuncia que la normalización de lazos entre Israel y los países árabes es darle total impunidad a la agresión, ocupación y la represión israelí contra el pueblo palestino.
Desde que el mandatario demócrata tomó el poder en enero de 2021 es la primera vez que viaja a la región de Asia Occidental, en una visita que desde el 13 hasta 16 de julio le llevará primero a los territorios palestinos ocupados por Israel y luego a Arabia Saudí.
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