Como parte de las medidas para presionar al Gobierno de Daniel Ortega, en el marco de su rechazo al triunfo del mandatario nicaragüense en las elecciones de la semana pasada, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, emitió el martes una proclama en la que prohíbe la entrada al país del mandatario nicaragüense y los principales funcionarios de su Gobierno.
“He determinado que es de interés para Estados Unidos restringir y suspender el ingreso a Estados Unidos, como inmigrantes o no inmigrantes, a miembros del Gobierno de Nicaragua, encabezados por el presidente Daniel Ortega, incluyendo a su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, y otros descritos en esta proclama”, dijo Biden en un comunicado publicado por la Casa Blanca.
El mandatario estadounidense justificó su decisión en presuntos “actos represivos y abusivos”, violación de los derechos humanos y socavar la democracia por parte del Gobierno de Ortega.
Este anuncio se suma al paquete de sanciones anunciado el día anterior por el Tesoro estadounidense y que incluyó al Ministerio Público y nueve funcionarios públicos. De hecho, todas estas medidas se basan en la llamada ley “Renacer”, aprobada por el Congreso de EE.UU., según la cual, se aumentarían las sanciones contra el Gobierno nicaragüense, por reprimir a los opositores durante el proceso electoral.
Por su parte, las autoridades nicaragüenses rechazan las acusaciones de EE.UU. en su contra y recalcan que la oposición trata de ejercer “terrorismo golpista”, con el apoyo financiero de Estados Unidos para incitar a la inestabilidad en el país y sacar del poder a Ortega.
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