En un artículo publicado el jueves por el diario estadounidense UNZ Review, el exfuncionario de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en ingles) de EE.UU., el especialista estadounidense en antiterrorismo y Philip Giraldi, puso de relieve que la “incapacidad” de Estados Unidos para comprender en qué se estaba involucrando cuando, a raíz de los atentados del 11 de septiembre de 2001, declaró una “Guerra Global contra el Terrorismo”, debe considerarse “uno de los fracasos singulares de la política de seguridad de Estados Unidos durante los últimos veinte años”.
Las declaraciones de Giraldi se produjeron en momentos en que Estados Unidos última la salida de sus tropas de Afganistán, tras dos décadas de guerra en ese país y mientras aumenta la presión sobre la Administración del presidente estadounidense, Joe Biden, para que retire todas sus fuerzas de Irak.
“Las guerras de Afganistán e Irak no solo empeoraron la situación, sino el hecho de que nadie en Washington fuera capaz de definir la ‘victoria’ y pensar en una estrategia de salida, ha significado que las guerras y la inestabilidad sigan entre nosotros. A su paso se han producido cientos de miles de muertes y se han gastado billones de dólares para no conseguir absolutamente nada”, aseguró el exfuncionario de la CIA.
De acuerdo con Giraldi, la retirada de las fuerzas militares norteamericanas de Afganistán no va a ser tan “suave” como lo habían planteado la Casa Blanca y el Departamento de Defensa de EE.UU. (el Pentágono). Esto, debido a que en estos momentos, el grupo armado Talibán “controla el 85 por ciento del campo, incluyendo los puntos de paso hacia Paquistán y varias ciudades y provincias importantes”, anotó el experto.
Giraldi también señaló que el Gobierno de Irak se inclina ahora más hacia “Irán que hacia Washington” y destacó que tanto el expresidente de EE.UU. Donald Trump como su sucesor, el mandatario actual Biden, han estado ignorando la petición del Parlamento iraquí sobre la retirada de las fuerzas estadounidenses del país árabe. Según el exoficial de la CIA, Trump amenazó con congelar los activos bancarios iraquíes para “presionar” a Bagdad a aceptar la “continuación de la ocupación estadounidense”.
Al mismo tiempo, las tropas militares estadounidenses, conforme a Giraldi, están presentes “ilegalmente” en Siria, y siguen ocupando los campos petrolíferos de ese país para privar al Gobierno de Damasco de los recursos que tanto necesita. “Ni Irak ni Siria amenazan a Estados Unidos de ninguna manera”, subraya el texto.
La situación de seguridad en Afganistán es precaria. Además de enfrentar dos décadas de supuesta guerra contra el terrorismo, encabezada por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), hay temores de que el país asiático se hunda en una nueva guerra después de que los talibanes, aprovechando la salida desordenada de las fuerzas extranjeras, ocupen más territorios.
En este contexto, expertos y observadores alertan que la vuelta del grupo armado Talibán al poder se ha fraguado con la ayuda encubierta de EE.UU. y es una evidencia de que el país norteamericano pretende legitimar su presencia en la región, orquestando una nueva ola de inseguridad en Afganistán.
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