Un grupo de 113 organizaciones de derechos humanos, libertades civiles, religiosos y de paz de Estados Unidos y de todo el mundo pidieron el miércoles al presidente de EE.UU., Joe Biden, que ponga fin a los mortíferos ataques estadounidenses que se llevan a cabo fuera de los campos de batalla reconocidos, así como con el uso de los aviones no tripulados (drones).
En una carta dirigida a Biden, estas oenegés denunciaron que los ataques estadounidenses son ilegales y provocan “guerras eternas”, además de causar bajas humanas.
Los grupos firmantes de la nota lamentaron que los gobernantes de los países recurren a las medidas unilaterales para permitir ejecuciones extrajudiciales clandestinas fuera de cualquier campo de batalla reconocido, sin que haya una rendición de cuentas de manera significativa por las muertes y los civiles desaparecidos y heridos.
Tales ataques mortales de Estados Unidos han provocado conflictos violentos y dejado cientos de miles de muertes, incluidas masivas bajas entre los civiles, así como el desplazamiento de un gran número de personas, reza la misiva.
Es el tiempo de “trazar un nuevo camino para mejorar y respetar nuestra seguridad humana colectiva”, afirmaron los grupos.
Los cazas de EE.UU. bombardearon el domingo unas zonas limítrofes entre Siria e Irak, dejando tras de sí varios muertos y heridos, incluidos algunos civiles.
Poco después del asalto, el Departamento estadounidense de Defensa (el Pentágono) anunció en un comunicado, que los ataques aéreos fueron llevado a cabo por orden expresa del presidente Biden.
Esta agresión aérea marca el segundo ataque de este tipo contra instalaciones similares en Siria y sus alrededores bajo la Administración de Biden. El 25 de febrero, el Ejército estadounidense realizó unos ataques aéreos contra objetivos de los grupos populares iraquíes en el este de Siria.
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