Los partidarios del saliente presidente de EE.UU., Donald Trump, irrumpieron por la fuerza en el Capitolio e intentaron detener una sesión conjunta en la que los legisladores querían certificar la victoria del demócrata Joe Biden en las elecciones del pasado noviembre.
A este respecto, el alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, consideró dicho asalto un acto sin precedentes en EE.UU.
“A ojos del mundo, la democracia estadounidense parece estar bajo asedio. Es un asalto sin precedentes a la democracia de EE.UU., sus instituciones y el Estado de derecho. Esto no es EE.UU. Los resultados de las elecciones del 3 de noviembre deben ser plenamente respetados”, expresó el máximo exponente de la Política Exterior del bloque comunitario en un mensaje publicado en la red social Twitter.
Asimismo, el presidente del Consejo Europeo (CE), Charles Michel, después de mencionar que el Congreso de EE.UU. es un templo de la democracia, aclaró que “presenciar las imágenes en Washington ha sido un shock”, para luego garantizar “una transferencia pacífica del poder a Joe Biden”.
Por su parte, el presidente del Parlamento Europeo (PE), David Sassoli, tras expresar su preocupación por los disturbios, lamentó las “escenas profundamente inquietantes en el Capitolio”.
De igual modo, el secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Jens Stoltenberg, deploró estos hechos tan “impactantes” y pidió que se respete el resultado electoral.
El aún mandatario estadounidense llamó a anular el resultado de las elecciones en base a un supuesto “fraude generalizado” y pidió a sus partidarios que se concentrasen en Washington D.C. (capital estadounidense) el 6 de enero, alegando que ello constituía una oportunidad para que el Congreso revocase el resultado de los comicios.
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