La asesora de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la organización de derechos humanos Amnistía Internacional (AI), Sanhita Ambast, indicó que la Administración estadounidense, presidida por Donald Trump, “está utilizando la vida de las personas como peones en una maniobra política mal concebida”, en alusión a la retirada de EE.UU. de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
A través de un comunicado emitido el jueves, Ambast consideró la decisión de Trump de retirar a Estados Unidos de la OMS como un “intento imprudente”, con la intencionalidad de socavar los trabajos del ente en medio de la pandemia global del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, cuya propagación, recordó, sigue “arrasando muchos estados” del país norteamericano.
La asesora dijo en la nota que la crisis sanitaria solo se puede erradicar, si hay una voluntad de la comunidad internacional para cooperar conjuntamente entre todos los países y “garantizar que todos puedan acceder a una atención médica adecuada”.
Tras recalcar lo determinantes que pueden ser los esfuerzos de la OMS en la lucha global contra el letal virus y otras crisis sanitarias, Ambast hizo un llamado al concierto de países para que den un paso adelante y garanticen la continuidad de la financiación del organismo de carácter internacional.
Asimismo, afirmó que Estados Unidos debería comprometerse con la OMS, en lugar de retroceder en este momento clave. “El patrón actual de retirarse de los organismos y tratados internacionales es insensible y corre el riesgo de dañar los derechos y la vida de las personas en todo el mundo”, añadió la asesora.
Ambast instó a la Administración Trump a reconsiderar su decisión y demostrar que EE.UU. todavía está comprometido a defender la salud pública internacional.
El pasado martes, la Administración estadounidense decidió iniciar formalmente el proceso de retiro de la OMS, aun cuando EE.UU. registra el mayor número de casos de la COVID-19: más de 3 290 000 de contagios y 136 000 muertes.
Trump, que desde el principio de la pandemia se refería a la COVID-19 como el “virus chino”, a mediados de abril suspendió la contribución de su país, es decir unos 450 millones de dólares, acusándola de haber “fallado en sus deberes esenciales”, como no avisar a tiempo sobre el peligro que representaba el patógeno por estar, a su juicio, sesgada a favor de China.
La decisión del Gobierno norteamericano ha recibido una ola de críticas tanto a nivel internacional como interno. El rival demócrata de Trump en la carrera presidencial, Joe Biden, ha expresado que si sale elegido en las urnas, al día siguiente de tomar posición del cargo, pedirá el reingreso de EE.UU. en la lista de países miembros de la OMS.
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