“Estoy anunciando restricciones de visados para funcionarios actuales y anteriores del Partido Comunista Chino que se cree que son responsables o cómplices de socavar el alto grado de autonomía de Hong Kong”, ha afirmado el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo.
En un comunicado difundido este viernes, Pompeo ha indicado, asimismo, que los familiares de los funcionarios chinos sancionados también podrían estar sujetos a estas limitaciones.
El jefe de la Diplomacia estadounidense no ha ofrecido más detalles sobre la identidad de las personas afectadas por la medida impositiva.
Con esta iniciativa, Washington escala aún más la tensión con Pekín, en medio de las peores relaciones bilaterales entre ambas potencias en los últimos años, que se agravaron tras el brote del nuevo coronavirus, calificado por EE.UU. como “virus chino”, algo negado y condenado rotundamente por China.
El jueves, el Senado estadounidense aprobó una medida bipartidista que penalizaría a los bancos que hacen negocios con funcionarios chinos involucrados en la ley de seguridad nacional sobre la región semiautónoma de Hong Kong, aprobada en mayo pasado por el Parlamento chino.
En un artículo publicado esta jornada, el diario estadounidense The Wall Street Journal ha señalado que las autoridades chinas advirtieron a Washington de las secuelas de cruzar sus “líneas rojas”, refiriéndose a injerencias de EE.UU. en sus asuntos sensibles, como Hong Kong y Taiwán, dos regiones que China considera parte integral de su territorio nacional.
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